La presidenta Cristina Fernández señaló ayer en la Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del Mercosur que «hay que convencer a las sociedades que nos va a ir bien porque trabajaremos en contra de las corporaciones y a favor de los pueblos».
Al pronunciar su discurso al asumir la presidencia pro témpore del Mercosur, Cristina aseveró que «nos han elegido para que le solucionemos los problemas, no para que se los contemos. Por eso tenemos que seguir apostando a la productividad».
En ese marco, la Presidenta destacó que «tenemos que tener una visión que vaya más allá de lo comercial, debemos apoyarnos regionalmente para saber que todos tenemos que protegernos».
Además, recordó que «se cumplen diez años donde más de 35 argentinos morían» en la Argentina en relación a la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001.
Cristina participó de la última cumbre del año del Mercosur en Montevideo, donde el presidente del Uruguay, José Mujica, le traspasó la presidencia pro témpore.
Acompañaron a la mandataria el canciller Héctor Timerman, los ministros de Economía, el chubutense Hernán Lorenzino, de Industria Débora Giorgi, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
Cristina también enfatizó: «Necesitamos hacer regionalmente la sustitución de importaciones y tenemos los instrumentos» para lograrlo.
Al respecto, mencionó que «con el ingreso de Venezuela estaríamos solucionando la cuestión energética».
La Presidenta también se refirió a la crisis económica que afronta Europa, y en ese sentido dijo «lo que pasa en Europa nosotros ya lo vimos«, y sostuvo que «hay un nuevo mundo pero no hay nuevas ideas».
Cristina dijo que «es necesario un nuevo marco teórico en el mundo que nos diga qué hacer», y al comentar que algunos daban por muerto al Mercosur, dijo que «si Ecuador y Venezuela quieren entrar al Mercosur algo distinto está ocurriendo en la región«, porque «nadie quiere entrar a un cementerio» aludiendo así a la vitalidad del organismo regional.