Cerro Dragón: A un año del desastre

El conflicto de los ‘Dragones’ en junio de 2012 se llevó las primeras planas no sólo de las publicaciones locales y regionales. El país miró absorto los hechos que, uno tras otro fueron poniéndonos a…

viernes 21/06/2013 - 12:00
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El conflicto de los ‘Dragones’ en junio de 2012 se llevó las primeras planas no sólo de las publicaciones locales y regionales. El país miró absorto los hechos que, uno tras otro fueron poniéndonos a los patagónicos y en especial a los comodorenses, en la vidriera de la vergüenza.

Un viernes de aquel junio, los ‘Dragones’ tomaron la planta de PAE. La situación se tornó violenta y sus familiares, especialmente sus esposas, se acercaron al municipio comodorense ante la posibilidad que la operadora haya pedido que fueran reprimidos para ser sacados del lugar que habían ocupado.

En un primer momento la policía confesó a través del comisario Buttazzi la imposibilidad de acceder al sector por la grave situación desatada, en tanto el Gobernador Martín Buzzi señalaba que nunca se había visto en Chubut tamaño nivel de vandalismo donde las imágenes gráficas distribuidas por todos los medios hablaban de motoniveladoras usadas para aplastar vehículos y apilarlos entre sí, colgarlos o ponerlos arriba de un techo.

El viceintendente Carlos Linares también señaló en ese momento que la situación anidaba en una cuestión fundamental: que cuando los canales de diálogo no están abiertos, y no son fluidos, pasan estas cosas, admitiendo sí que es un reclamo que venía desde hace un tiempo atrás, sin saber si era con o sin razón, pero aceptando la larga data del mismo.

Buzzi remarcó la necesidad de que los autoacuartelados salieran del lugar donde estaban metidos so pena de ir la cárcel si no lo hacían por esa misma actitud, en tanto desde los voceros de los trabajadores, demostraban su perseverante resistencia a cualquier intento de desalojo, quedándose donde estaban.

Ya el sábado la medida de fuerza continuaba. Los ‘Dragones’ indicaron por entonces que sabían de la orden de reprimir y que los esperarían ‘plantados’, esperando que fueran, y señalando que la resistencia sería de entre 1.000 y 1.200 personas.

A partir de allí, se gestó una movilización que incluyó lo que fuera necesario (…). Así, llegaba la fuerza de Gendarmería, cuerpos especiales de la Prefectura en avión, colegas de Buenos Aires, Santa Fe, General Acha, para ver de qué manera actuar, y sin saber que la tragedia los esperaba a la vuelta de la esquina, en su retorno.

Guido Dickason y su entorno, ante la efervescencia de la situación, manifestaba que todos tienen familia y querían volver a sus casas sanos, que no querían enfrentarse con la policía ni con nadie, sino que pretendían únicamente que les paguen un salario digno, pidiendo un manto de reflexión y diálogo que no se daba entre las partes.

El domingo llegó el momento en que los ‘Dragones’ abandonaron la zona de PAE. Buzzi remarcó la llegada a un acuerdo con la intervención de la figura de Sergio Berni desde la Seguridad de Nación, y dijo que en un principio se libró un exhorto para entrar a la etapa del diálogo, firmado por los ‘Dragones’ y la operadora.

Se manifestaron diferentes actores como José Llugdar, titular de Petroleros Jerárquicos, quien expresó que junto a los Petroleros Privados del Chubut se mantendrían a la expectativa el tiempo que hiciere falta. Ante el pedido de que se retiren los manifestantes de 3 y 26, la respuesta a la policía fue “que hagan lo que tengan que hacer”.

En tanto, Dickason remarcaba: “las operadoras nos están usando, consiguieron su Petróleo Plus, no sé cuántos millones. Y después está arreglar nuestro problemita”, en un marco donde la tensión bajaba lentamente en el piquete. Igualmente no reconocía que hubiere una conciliación dictada en ese momento, ni tampoco una orden de desalojo de la Juez Eva Parcio, lo que consideraban como una desvirtuación de lo vivido, queriendo colocar una figura de desacato. “Acá hay que sentarse, serios, y arreglar”, dijo el referente cuando ya esa triste situación pasaba a ser parte de la historia oscura de la industria petrolera en la Cuenca.

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