Comodoro ya sufrió en el año 95 las consecuencias de un deslizamiento sobre la ruta 3. Justamente, esa zona es la de mayores posibilidades para que este hecho ocurra nuevamente. En el sector de la calle Sarmiento son evidentes los rastros de movimientos, con pseudo escalones que se han formado desde hace años, algunos muy vistosos sobre la 9 de Julio. Un movimiento de importancia puede poner en riesgo viviendas, comercios, vías de tránsito y hasta vidas humanas. El geólogo Néstor Hirtz se refirió al tema.
Las lluvias que en los últimos años han sido frecuentes e inusuales para la zona, han generado ciertas dudas sobre si influyen de manera negativa sobre el cerro Chenque, con el consiguiente temor de posibles movimientos e incluso derrumbes.
Néstor Hirtz, profesor universitario de la cátedra Geología Aplicada de la UNPSJB y además el principal referente en lo que a estudios del cerro se refiere, señaló que sin dudas, la lluvia es uno de los factores predisponentes “…si lo ponemos en un contexto geológico más amplio, y con los antecedentes que tenemos de deslizamientos sobre todo en la parte media baja que involucra a parte más arcillosa del cerro, vamos a tener que el agua juega un papel importante”.
Explicó que el agua circula por la parte interior y otro poco puede ser incorporada desde el exterior por las lluvias e incluso por la actividad humana, como el riego por ejemplo en la zona del Chalet Huergo.
Cabe acotar que cuando se menciona al cerro Chenque hay que tener en cuenta que el mismo nace en la costa, es decir que la ruta 3 atraviesa el mismo en su sector este, a una altura de unos 35 metros.
Justamente, sobre el lado este del cerro es donde se han registrado los principales movimientos, el último de ellos en el año 1995, razón por la cual la ruta se encuentra apoyada sobre material removido que fue parte del deslizamiento “…el material que todavía no se cayó es el que uno puede visualizar mirando hacia arriba cuando se circula por la ruta. En este caso los sectores con mayor peligrosidad de derrumbe estarían las zonas más abruptas, o más salientes”.
Los movimientos
Hirtz indicó que en el caso de nuevos movimientos, el que mayor posibilidad tiene es en el sector que se encuentra debajo de la ruta “existe posibilidad de reactivación de la zona removida que tiene poca resistencia y que dentro de esto se incorpore desde la saliente algo de material que no había sido removido en su momento. En este caso el agua tiene mayor incidencia sobre el material que ya había sido removido pues tiene un comportamiento distinto”.
De todas maneras, el profesional indicó que cualquier extremo puede tener incidencia sobre el cerro. Por un lado las copiosas lluvias que vienen teniendo lugar en los últimos años, y por otro todo lo contrario: extremas sequías también pueden ser un factor de incidencia “…esto siempre hablando de episodios de largo tiempo, anuales, no de algunos meses”.
En este sentido, indicó que por esa razón son necesarias las obras de infraestructura para la estabilización, y de contención en la base del cerro, en la zona de la costa, para evitar el ataque del mar. También mencionó dentro de esto las obras de impermeabilización para evitar que el agua se filtre en las zonas de depresión.
La obra
Vale recordar que en el año 2005 se hizo el estudio correspondiente de aterrazamiento, en la actualidad en lo que se refiere al aspecto técnico el mismo se encuentra disponible para su ejecución.
“Nosotros también tomamos los antecedentes con los que se contaba, algunos de la década del 30, de la zona de la calle Sarmiento que son muy abundantes, sobre todo de los deterioros en donde todavía hay evidencias, más elementos de medición de movimientos y desplazamientos que pusimos sobre esta calle”.
Comentó que lo recomendable sería una vez finalizada la obra, colocar estos elementos de manera abundante con el fin de hacer un seguimiento minucioso y de esta manera conocer si está respondiendo a lo previsto.
Existe un peligro desde siempre, desde que se instaló la urbanización al pie del cerro, desde que se instaló la ruta “y la peligrosidad justamente está dada en el sentido que puede afectar a la infraestructura, a las vías de comunicación como lo es la ruta y las calles y principalmente a las vidas humanas implicadas en este sector, y en este contexto las tres primeras cuadras serían la de mayor impacto por lo que sería el lugar recomendable para comenzar con los trabajos”.
En el caso del sector este los trabajos iniciales serían sobre la zona de costa.
“Desde nuestra perspectiva es una obra necesaria y vemos la importancia relativa que la misma tiene, y que además podría consolidar otros sectores como un camino costero…pero esto siempre desde nuestra visión sesgada por haber trabajado en este proyecto”, finalizó.
Fuente: Crónica
