Según el Tribunal, no existieron pruebas suficientes para condenar a los cuatro policías imputados de matarlo. Tras la lectura del fallo hubo incidentes. En el caso Aballay encontraron culpables a cinco efectivos por «vejaciones».
Sollozos y algunos aplausos mitigados estallaron luego que la jueza Ivana González diera a conocer la absolución de Martín Solís, Jorge Abraham, Pablo Morales y Laura Córdoba, los cuatro policías imputados por el homicidio de Julián Antillanca la madrugada del 5 de setiembre de 2010. Para entonces ya se había confirmado la condena de cinco uniformados por la brutal golpiza propinada horas antes de la muerte del joven trelewense a los hermanos Aballay.
La lectura de la sentencia comenzó a las 13:30 tal como lo había anunciado el Tribunal integrado por lo jueces Alejandro Defranco, Ivana González y Ana Laura Servent. Antes de iniciar el presidente del Cuerpo Colegiado advirtió que no iba a ser tolerante con ningún tipo de desmanes en el recinto y explicó que las leyes contemplan formas para recurrir el fallo en caso de resultar adverso a las pretensiones de algunas de las partes.
Escenas de nerviosismo y lágrimas fueron frecuentes en la sala de la Cámara Penal que se hallaba colmada de gente. Por tal motivo, fue imposible evitar que una vez conocido el veredicto los familiares de los imputados – que eran mayoría en el recinto – aplaudieran, mientras que los padres de las víctimas se retiraran en silencio de la sala.
Absoluciones
Los jueces argumentaron las absoluciones en lo poco creíble de los testimonios de las dos testigos claves que presentó la Fiscalía, haciendo lugar a cada uno de los postulados que esgrimieron los abogados defensores Fabián Gabalachis y Gustavo Latorre durante sus alegatos.
Pero para llegar a la absolución de todos los acusados los magistrados también le quitaron validez a los análisis de ADN efectuados en los laboratorios de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Algo que el Tribunal dejó muy en claro mediante su fallo es que Julián Antillanca fue asesinado. Los jueces consideraron que el testimonio del médico forense Herminio González fue preciso y contundente por lo que determinaron que la causa de la muerte fue un traumatismo encéfalo-craneal a causa de los golpes recibidos, para ello no sólo sopesaron su basta experiencia sino los resultados de los análisis complementarios.
«Aunque Rodríguez Jacob no ve lo que González a primera vista viera, no quiere decir que no existiera», expresaron en su fallo. Tras lo cual los magistrados desestimaron el testimonio de médico cardiólogo Alejandro Sarries.
En libertad
En el caso Antillanca también fueron absueltos el comisario Carlos Sandoval y Gabriela Bidera, ambos acusados de encubrimiento agravado, porque no se los condenó a quienes ellos hubieran ayudado con su accionar. «Sobre la base de la duda y la probabilidad no se puede condenar a cuatro personas a prisión perpetua», enunció Ivana González para luego dictar la absolución de todos los imputados por la muerte del joven trelewense. Una vez conocida la resolución los defensores solicitaron el cese de la prisión preventiva por lo que los imputados recuperaron de inmediato su libertad.
En cambio en el caso Aballay cinco de los ocho imputados fueron condenados por delitos que en su mayoría tienen una pena de cumplimiento condicional.
Un testigo creíble
En esta oportunidad los jueces dieron total crédito a los dichos del principal testigo de la Fiscalía, aseverando que su testimonio era absolutamente creíble, ya que a diferencia de otros testigos no manifestó olvidos, no tuvieron que leerle su declaración anterior para que dijera lo que vio y a pesar de tener en frente a los imputados, sus ex compañeros de trabajo, se mantuvo firme en sus palabras.
También tuvieron en cuenta las declaraciones de las víctimas y el video de las cámaras de seguridad para condenar al oficial Diego Rey por privación ilegítima de la libertad agravada y abuso de arma – delitos por los cuales sería el único policía que podría quedar en prisión – al agente Jorge Abraham por privación ilegítima, vejaciones, al cabo Martín Solís por vejaciones, a la agente Analía Di Gregorio por encubrimiento agravado del delito de privación ilegítima de la libertad y al comisario Carlos Sandoval por encubrimiento agravado de vejaciones y privación ilegítima de la libertad.
En este caso resultaron absueltos: el agente Mario Bascuñan y la agente Valeria Zabala, ambos también acusados de encubrimiento. Pese a que los jueces consideraron que la oficial Laura Córdoba incurrió en el delito de vejaciones al propinarle una patada en la cara a uno de los amigos de los hermanos Aballay, no la condenaron por ese delito porque el joven que había sido víctima del mismo no había efectuado la denuncia.
Al momento de condenar al comisario Sandoval, los magistrados expusieron los argumentos vertidos por el abogado querellante Carlos Pericich, quien afirmó que la conducta del ex jefe de la Seccional Cuarta al tomar conocimiento de la filmación de las cámaras de seguridad del shopping debería haber sido la misma que tuvo el oficial Rafael Williams cuando vio ese video en la Brigada de Investigaciones y le dio de inmediato aviso a la Fiscalía, que lo requirió como prueba en la causa.
Disconformidad
Tras la lectura del fallo el fiscal César Zaratiegui no quiso emitir mayores opiniones acerca del mismo sin antes analizarlo minuciosamente, aunque no pudo ocultar su disconformidad con la resolución del Tribunal.
Luego de un cuarto intermedio que brindaron los jueces para que las partes acuerden la fecha para la audiencia de debate de pena, la defensa pidió que la misma tenga lugar el próximo jueves mientras que por cuestiones de agenda la fiscal Mirta Moreno solicitó que se realizara el viernes. Una vez conocida la opinión de las partes, los magistrados dieron a conocer que ya habían acordado con antelación llevar a cabo este acto el lunes 26 a las 9. En la misma se pedirán las penas para los policías condenados.
Fuente: Diario Jornada
