Así tituló la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, en una improvisada conferencia de prensa brindada junto con el resto de los dirigentes de los organismos de derechos humanos.
Estela de Carlotto sostuvo que «no hay alegría en la muerte pero la muerte de Videla aleja de la faz de la Tierra a un genocida, deshumanizado, que no tuvo pruritos en idear un plan de exterminio junto con sus secuaces, que mató, robó, que no se arrepintió, que reivindicó lo hecho y prometió volver a hacerlo»
«Su muerte -agregó- nos brinda alivio pero también el pesar de que no haya contribuido a revelar dónde están los desaparecidos y los 400 niños que todavía buscamos. (…) Si alguno quiere llorar, que lo haga, pero que sepa que no llora a una buena persona, sino a alguien que mató, robó y violó la Constitución».
