El jefe de la Brigada de Investigaciones de la Policía en Comodoro, rescató la mala utilización del mapa del delito en la ciudad a la hora de prevenir. Dijo que son siempre los mismos delincuentes, no serían tantos como se cree, y hasta son conocidos por algunos uniformados por su forma de actuar, pero que la batalla será eterna si no hay castigo para ellos.
Leonardo Fabio Bustos, reconoció la existencia de un «colador» legal que dificulta la tarea de la Policía contra la delincuencia. Y propone que se cambie el enfoque en el plan de seguridad teniendo en cuenta la cantidad de hechos ocurridos contra la propiedad y con uso de la fuerza.
«La lucha nunca se va a terminar porque todo aquel que se detiene y es apresado, siempre termina suelto», reconoció Bustos quien destacó que la falta de personal en las comisarías es otro elemento que juega a favor de la inseguridad. «Existe un mapa del delito confeccionado en el que se indica dónde se cometen los delitos con mayor frecuencia. No se está utilizando adecuadamente. Tendría que verse este mapa para saber efectivamente dónde queremos prevenir con los controles».
Bustos reconoció la gravedad del problema y apuntó a trabajar sobre los delitos que son más frecuentes y repetidos. «Estamos ante un grave problema de inseguridad, es una enfermedad y estamos haciendo cosas que no sirven. Personalmente creo que hay que apuntarle con los controles a otros lugares. Y no tanto al tránsito o a los departamentos vips».
«Estamos teniendo -agregó- homicidios, robos a mano armada, en farmacias y «entraderas» con golpes en casa de gente mayor. Hay que cambiar el enfoque y utilizar mejor el recurso humano que desde ya, es escaso». El titular de la Brigada de Investigaciones reconoció que en algunos sectores, los controles de taxis y remises han significado que se hayan disminuido los hechos agregando que algunas modalidades delictivas, ocurren por determinado tiempo y después «pasan de moda» obligando a reorientar la prevención. «Hay que establecer prioridades en cuanto a los delitos más graves, utilizar el mapa del delito e implementar los controles orientándolos a eso».
Bustos admitió que en la zona norte son frecuentes los robos domiciliarios y que inclusive los autores son conocidos por la Policía y casi siempre, reincidentes que están en libertad pese a estar involucrados en otras causas. «Hay hasta una franja horaria establecida ya que es raro que se robe de noche. Suelen movilizarse en auto, ocasionalmente en remis y tienen pocas opciones de salida, el camino «Roque González» o la Ruta. Con simples requisas, observando que llevan un plasma en el auto se los puede detener en un control. Ahora de pronto se le pide la documentación y el seguro a personas mayores; a gente que regresa de su trabajo y de ahí la necesidad de orientar los controles específicos a los que cometen delitos. Policía no tiene que hacer multas de tránsito salvo en situaciones que estén estrictamente ligadas a la seguridad», aseveró.
Como paliativo, el comisario Leonardo Bustos sugirió que se utilice el escaso recurso humano que se dispone, en la prevención de delitos graves ampliándose la cobertura una vez que se haya procedido al ingreso de mayor personal policial a las unidades de la ciudad.
«Generalmente los que cometen delitos son siempre los mismos. Hay un alto grado de reincidencia y eso es porque todos están en la calle inclusive personas con 30 y hasta 40 causas. Hasta que no cambiemos el código y las leyes vamos a seguir en esta situación». Bustos explicó que quienes cometen ilícitos son conocidos por los efectivos inclusive por su forma de actuar. «De los que roban casas conocemos a la mayoría y son siempre los mismos. Puede haber uno que otro que se esté iniciando o acompañe hasta que conozca el rubro. No hacen un estudio previo, salen, ven cuando una vivienda está sola, manejan los movimientos y a partir de ahí, cometen el robo. Si la lucha -finalizó Bustos- es contra cien delincuentes que tienen en vilo a la sociedad y pese a que trabajamos todo el tiempo, ese número no se reduce, la pelea no terminará nunca y hasta aumentaría la cantidad de gente que delinque. Si están entre rejas, la lucha será contra un número más reducido».
Fuente: Diario Jornada
