La temporada de verano encuentra a las familias argentinas frente a un escenario de precios dispares según el destino elegido. Mientras el turismo interno y las escapadas cortas ganan terreno, los viajes al exterior presentan incrementos destacados en alojamiento, vuelos y productos esenciales. Un informe privado releva los costos para vacacionar en los principales puntos turísticos del país y de la región y muestra diferencias cada vez más marcadas entre las opciones locales y las internacionales.
En los primeros tramos del verano, un relevamiento elaborado por la consultora Focus Market para el blog de educación financiera Hablemos de Plata de Naranja X profundiza en la composición de los gastos y la evolución de los valores en los destinos principales. El estudio identifica aumentos en la canasta de productos y en los servicios turísticos, con una brecha creciente entre quienes eligen vacacionar en la Argentina y quienes buscan alternativas en países vecinos.
El informe detecta que el interés por escapadas cortas y viajes de fin de semana se fortalece ante la suba de precios y la volatilidad del tipo de cambio. “De cara al verano 2026, estamos observando un crecimiento sostenido del interés por escapadas cortas y viajes de fin de semana.
Frente a un contexto de mayor cautela en el gasto, los hogares priorizan experiencias más frecuentes pero de menor duración, lo que favorece destinos cercanos y propuestas flexibles. Esta tendencia consolida a las escapadas de fin de semana como una de las principales dinámicas del turismo interno para la próxima temporada”, indicó Damián Di Pace, director de Focus Market.
Destinos nacionales: Mar del Plata, Bariloche y Mendoza
El análisis contempla los costos para una familia tipo de dos adultos y dos menores, durante un período de 15 días, considerando vuelo y alojamiento en un hotel tres estrellas con desayuno. Mar del Plata encabeza las preferencias con un gasto total estimado en $5.121.156 y una suba del 4% respecto al año anterior. Le sigue Bariloche, con $7.693.084 y un incremento del 28%. Mendoza se suma al relevamiento con $3.610.467.
Si bien los destinos locales muestran subas, el nivel de los aumentos varía en cada ciudad. El informe destaca la ampliación de las diferencias de precios dentro del país, impulsada por factores de demanda, inflación y oferta específica en cada región.
Río de Janeiro, Punta del Este y Santiago de Chile
Las diferencias resultan más notorias al examinar los destinos fuera del país. En Río de Janeiro, el aumento promedio se ubica en el 6%, con un fuerte impacto de los pasajes aéreos, que suman $5.652.727 para cuatro personas. El total del viaje, con alojamiento en hotel tres estrellas, asciende a $8.412.283.
En Punta del Este, el costo de la estadía llega a $8.073.412, lo que lleva el gasto total a $10.978.158, con una suba del 32% interanual. Por su parte, Santiago de Chileaparece como alternativa intermedia, con $7.362.873 para la quincena, incluyendo vuelo y hotel.
El informe privado detalla el efecto de la evolución de las monedas de la región y la depreciación del peso argentino sobre los costos turísticos. Durante 2025, el peso argentino perdió un 36,97% de su valor, mientras el real brasileño, el peso chileno y el peso mexicano se apreciaron entre un 7% y un 13%. Esto encareció en términos relativos los consumos en el exterior para los turistas argentinos.
“La depreciación del peso argentino frente al dólar, junto con la apreciación de monedas clave para el turismo regional, encareció los viajes al exterior en la segunda mitad del año y redujo la competitividad de esos destinos para el público argentino”, explicó Di Pace. El impacto se observa en productos habituales: los precios en pesos argentinos de artículos típicos en Brasil subieron un 63% en el año, en Chile el incremento alcanzó el 52% y en las playas mexicanas la suba fue del 44 por ciento.
Turismo de cercanía y escapadas
En este contexto, el turismo de proximidad aparece como una alternativa más económica y flexible.
Una estadía de cuatro días y tres noches en Pilar, a 60 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, con transporte en micro y hotel con piscina, terraza o solárium, cuesta $612.091 en promedio. En Luján, a 75 kilómetros de la capital, la misma propuesta asciende a $757.764. Para quienes eligen San Andrés de Giles, a 108 kilómetros de Buenos Aires, el gasto llega a $1.018.649.
La preferencia por destinos cercanos responde a la posibilidad de reducir el gasto en transporte y alojamiento, manteniendo opciones de descanso y esparcimiento. El informe privado indica que las escapadas cortas se consolidan como una de las alternativas más buscadas para quienes desean controlar el presupuesto vacacional.
Cuánto cuesta la canasta de verano
El relevamiento incluyó una canasta de 33 productos necesarios para una familia tipo, cuyo valor total es de $984.319, lo que implica un incremento interanual del 12%. El informe destaca que el ajuste general fue contenido, aunque algunos artículos registraron alzas significativas y otros, bajas o estabilidad.
Entre los productos que más subieron figuran el traje de baño para mujer (48%), las gorras infantiles (43%) y las cremas hidratantes(43%). En contraste, los inflables para aguabajaron 32%, los toallones retrocedieron 13% y los insecticidas en aerosolcayeron 10%.
El informe privado señala que la temporada está marcada por una mayor racionalidad en el consumo y por la atención a los detalles de los precios. Las familias planifican con más cuidado el gasto y buscan alternativas que permitan sostener el descanso sin desbordar el presupuesto. La inclinación hacia escapadas cortas y turismo de cercanía responde a factores macroeconómicos, a la depreciación del peso y al aumento de los productos estacionales.
El efecto de la dinámica cambiaria y la inflación regional se refleja en la elección del destino. La brecha entre vacacionar en Argentina y en el exterior se amplió en los últimos meses. Los destinos nacionales muestran subas moderadas frente a los ajustes observados en Brasil, Uruguay y Chile. En la comparación, el costo total para una familia en Mar del Plata resulta inferior al de Río de Janeiro, Punta del Este o Santiago de Chile, aunque algunos aumentos porcentuales en ciudades argentinas superan los de años anteriores.
