Boca: Última carta para que se juegue lo que resta

River tiene hasta el apoyo de la FIFA en Conmebol para quedarse con la clasificación y que suspendan a su rival. Pero Boca encontró en el reglamento un amparo legal que le da esperanzas: quiere…

sábado 16/05/2015 - 10:00
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momentos-tension-superclasicoRiver tiene hasta el apoyo de la FIFA en Conmebol para quedarse con la clasificación y que suspendan a su rival. Pero Boca encontró en el reglamento un amparo legal que le da esperanzas: quiere que el partido siga más allá de las sanciones que reciba el club.

El superclásico sigue. Se juega las 24 horas y no necesariamente en la cancha. Desde la suspensión del jueves, se trasladó a los escritorios, y hoy tendrá un nuevo capítulo en Paraguay. Seguramente, ni Daniel Angelici ni Rodolfo D’Onofrio se referían a esto cuando hablaban de llevar el Boca-River por el mundo, para acercarles a todos el circo de la pasión. Pero es lo que hay en este 2015 convulsionado.

En Asunción, donde está ubicada la sede de la Conmebol, ya están los hombres de River con el mandato de lograr un triunfo contundente: partido ganado y suspensión para Boca. El abogado del club, Ignacio Villarroel, y su jefe de seguridad, Pablo Vázquez, llevaron pruebas de lo que fue el ataque en la manga: para presentar junto al informe del veedor de la Conmebol, Roger Bello. A la misma ciudad llegarán hoy los de Boca con la carta final: que la sanción sea para el club, no para el equipo. Que las medidas sean disciplinarias, no deportivas. Y que el partido termine donde empezó: en la cancha. Habida cuenta de la condena social que pesa sobre la institución desde la noche del jueves, no parece fácil. Pero en definitiva el club está invocando el reglamento.

Durante todo el día se especuló con la suspensión de la Bombonera para encuentros internacionales durante dos años y con dar de baja al club para torneos Conmebol durante 2016. Y, por supuesto, se dio por descontada la clasificación de RiverPero ayer fue feriado en Paraguay. Y si bien la cúpula de la Conmebol, con el presidente Juan Angel Napout a la cabeza, se reunió desde las 7 de la mañana para empezar a evaluar una sanción, no llegó a ninguna conclusión. Pasadas las 15, emitieron un comunicado en el que informan sobre la apertura de un expediente disciplinario a Boca y le dan tiempo hasta hoy a las 15 para presentar su descargo. “No se puede ignorar la enorme gravedad de lo acontecido: amerita una enorme prudencia para decidir. Rogamos paciencia”, dijo Néstor Benítez, el vocero de la Conmebol. La “prudencia”, en este caso, se ve atravesada por un incompatible y enmarañado cruce de intereses. Por un lado, la FIFA pidió enérgicamente que la sanción a Boca sea “ejemplificadora”. Por otro, Mauricio Macri, de línea directa con el presidente paraguayo Horacio Cartes, personalmente intentó presionar para que la sanción no sea de la gravedad temida para con el club y para con Daniel Angelici, su hombre.

Boca, mientras, tiene su interpretación del reglamento e irá a jugar esa carta hoy, luego de que durante toda la tarde el equipo de asesores legales del club trabajara junto al propio presidente Angelici en la confección del descargo. ¿En qué consiste? En la asunción clara e inequívoca de la responsabilidad que le cabe al club, en tanto organizador del espectáculo, sobre el comportamiento de uno o varios asistentes que fueron determinantes en la suspensión del partido. Eso queda claro en el artículo 6. Y Boca aceptará las penas que recaigan sobre la institución, sean multas o suspensión de la cancha, más allá de haber cumplido con los protocolos de seguridad exigidos.

Amén de eso, intentará probar que no hay razón para que se aplique el artículo 23, que impulsa River y habla de decretar la derrota por 3-0 a “cualquier equipo por cuya responsabilidad se determine el resultado”. La palabra clave, en este caso, es “equipo”, que no es lo mismo que club o institución. “El equipo es el representativo del club, y los jugadores de Boca no hicieron nada para motivar la suspensión”, sostienen en la CD. Por lo tanto, los abogados de Boca creen que sería un error aplicar ese artículo y pedirán la continuidad del encuentro, los 45’ que restan. En el club sostienen, además, que una sanción deportiva sería un antecedente peligroso: “Cualquier hincha infiltrado en una tribuna podría arrojar algo para suspender un partido y perjudicar al equipo que desee”, dice Angelici.

“La Conmebol es mucho más rigurosa que la AFA. El reglamento es muy duro y encima la FIFA pidió rigor. Los que hemos visto lo que ocurrió y conocemos el reglamento, tenemos la clara sensación de que habrá una decisión acorde a lo lamentables que fueron los sucesos”, fue contundente José Luis Meiszner, secretario general de la Confederación. Contundente y oportuno: salió a hablar en un contexto en el que Angelici aparecía señalado para ocupar su lugar.

El superclásico no terminó. ¿Será hoy el día o volverán a verse las caras en una cancha?

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