Fernando Gago marcó el 1-0 en Córdoba. El «Xeneize», que jugó casi media hora con nueve jugadores por las expulsiones de Pérez y Peruzzi, es puntero, con tres unidades más que River.
Boca Juniors se quedó con tres puntos clave ante un rival directo en la lucha por el título al derrotar a Belgrano por 1-0 en Córdoba, por la fecha 18 del torneo de Primera División. El equipo de Rodolfo Arruabarrena es el único puntero del campeonato.
Boca tuvo un comienzo dubitativo pero, con el correr de los minutos, logró acomodarse en el campo de juego para, finalmente, irse al descanso con la ventaja en el marcador. Tras un primer tramo de partido con pocas emociones y mucha más lucha que juego, los de Rodolfo Arruabarrena lograron desnivelar en el cierre de la etapa.
A los 37 minutos, Tevez condujo el ataque y abrió hacia la derecha para Peruzzi, quien mandó el centro atrás para la llegada de Fernando Gago. El mediocampista remató de derecha y el intento pegó en dos defensores, en el rebote definió de zurda para convertir el 1-0.
Con la ventaja, «El Xeneize» pudo tener mejor control de las acciones y hasta casi logra aumentar la cuenta pero, en el minuto final de la primera etapa, Calleri recibió la pelota tras pase de Erbes y definió muy débil para desperdiciar una buena chance.
Belgrano salió a jugar el complemento con una clara vocación ofensiva en busca del empate. Así logró manejar la pelota y pararse con mayor claridad en campo rival. Sobre los 13′, «El Pirata» estuvo cerca del gol de la igualdad pero, solo de frente al arco tras un rebote, Parodi desperdició una pelota increíble y mandó su remate afuera.
Sobre los 14′, Boca iba a sumar otra complicación. A sus dificultades para tener la pelota se le sumó la expulsión de Pablo Pérez por doble amarilla. La superioridad numérica hizo que los locales redoblaran sus esfuerzos en busca del gol, algo que casi logran a los 15′, con un remate de Parodi a las manos de Orión, y a los 16, con un cabezazo de Farré por arriba del travesaño.
El ingreso de Betancur en el mediocampo pareció no darle el efecto pretendido a Arruabarrena, quien decidió sacarlo y poner a Meli para equilibrar a un equipo que se desorientó aún más ante la obligación de jugar con diez hombres.
