Por el Grupo 1, el equipo de Carlos Bianchi superó 2 a 1 a Barcelona en Guayaquil. Juan Manuel Martínez y Claudio «Chiqui» Pérez marcaron para el «Xeneize», mientras que Michael Arroyo, de penal, anotó el descuento.
En la segunda presentación de Boca en la Copa Libertadores, el equipo de Carlos Bianchi tenía la obligación de ganar para no complicar su futuro en el torneo. Enfrente tenía al Barcelona, que en su debut había demostrado una gran producción futbolística ante Nacional de Uruguay, que por su condición de visitante, sólo se llevó un empate de Montevideo.
EL partido se inició expectante, el “Xeneize” no lograba acomodarse en el campo de juego y los “Canarios” acorralaban a los visitantes con la proyección de Juan Paredes por el sector derecho y la creación del argentino Damián Díaz, por el centro de la cancha.
Los minutos pasaban y Boca no pateaba al arco. La supremacía del Barcelona se observaba en todos los sectores. La contención de Nicolás Olmedo, la velocidad de Arroyo y la potencia de Nahuelpan preocupaban a la última línea defensiva. Sin embargo, la jugada más clara de la primera etapa llegó en los pies del “Burrito” Martínez, quien desperdició un mano a mano frente a Banguera, arrojando la pelota a centímetros del palo izquierdo del arquero.
En el complemento la esencia del espectáculo no cambió. El dominio era del conjunto “Amarillo” y las situaciones más peligrosas se vivían en el área de Agustín Orion. Pero tras un córner aislado, Juan Manuel Martínez logró abrir el marcador para Boca y sin merecerlo, el “Xeneize” se ponía en ventaja: 1 a 0 para comenzar a respirar en la húmeda Guayaquil.
Con el impulso anímico el conjunto de la ribera repitió la fórmula y de otra pelota parada logró anotar el 2 a 0 que a esa altura era gran una injusticia. La precisión de Nicolás Colazo para ejecutar un tiro libre, le permitió al “Chiqui” Pérez ampliar la diferencia y hacer delirar a “la 12”.
La diferencia de dos goles le permitió a Boca manejar el encuentro a su merced. Con dos líneas de cuatro y apostando por el contragolpe, los espacios surgían gracias a la movilidad del “Burrito” Martínez, el sacrificio de Viatri y las corridas de Clemente Rodríguez. El descuento en el minuto 47 del segundo tiempo sólo sirvió para la estadística. Michael Arroyo, de penal, decoró un resultado que ya estaba definido de antemano.
Carlos Bianchi estaba en deuda con su gente por las expectativas que había despertado luego de su regreso. El “Virrey” estaba obligado a conseguir los tres puntos para mantener sus posibilidades de clasificación intactas. El entrenador más querido por todo el pueblo “boquense” se despertó de la siesta y el “Xeneize” sumó sus primeros tres puntos en la Copa Libertadores.
