Fue anoche por el cierre de la primera fecha del Final en el Kempes, con situaciones, dinámica y un desarrollo cambiante. Goltz en contra y Lollo de penal aportaron para el Pirata. Ortiz y Blanco, de gran definición, los goles del Grana.
El partido tuvo un desarrollo intenso a lo largo de los noventa minutos, con muchas situaciones para los dos. El Grana, que metió algunos suplentes, ya piensa en la Copa Libertadores, el próximo jueves ante O’Higgins de Chile. Boca será el próximo escollo de la B.
El primer tiempo en Córdoba arrancó con los dientes apretados. Los dos centrados en no dejar muchos espacios y presionar, aunque con distintos libretos: el Pirata buscando atropellar y sorprender de contra y el Grana apostando a la movilidad y a la potencia de sus tres delanteros. Pero el que destrabó el cero fue un volante: Ortiz madrugó a la defensa local y metió el primero arrojándose al suelo ante la salida de Olave. Con el 0-1, los pasajes de dominio de un bando y otro se alternaron. Mejor los de Guillermo tras el tanto, pero sin puntería para ampliar. Minutos más tarde, tras una pelota parada y una serie de rebotes, los cordobeses encontraron un bálsamo con el tanto de Goltz en contra, luego de haber sido apretado por Teté González. Y casi sobre el final, mostrándose mejor parado en cancha, Belgrano sacó petróleo de su mejor arma: aparición en gran velocidad de Bueno, penal de Marchesín y Lollo lo transformó en gol. Vibrante etapa inicial, de ida y vuelta, con dinámica e intensidad.
Ya en la segunda parte, los esquemas de unos y otros estuvieron súper definidos: Belgrano le cedió la pelota a Lanús y aguardó agazapado para salir de contra. Con un rival bien cerrado, los del sur bonerense no le encontraban la vuelta. Chocaban, buscaban, pero no daban con una respuesta. Y los locales se mostraban amenazantes. Pero la visita le pagó con su propia medicina: luego de que la B se comiera el tercero en un ataque veloz, se la dieron a Blanco de forma supersónica y éste la picó ante la salida de Olave. Para poner en un cuadrito, Isamel.
Los dos intentaron hasta el final. Incluso Blanco la tuvo nítida, pero esta vez le ganó el duelo el arquero adversario. Y Bueno, respondiendo más tarde para el dueño de casa. Para que siguieran jugando un ratito más en una presentación interesante de los dos…
