Al ‘Pirata’ le alcanzó la igualdad para gritar campeón en el torneo estival que ambos disputaron junto a Independiente de Avellaneda, obteniendo la Copa de la Provincia. Rosario se había puesto arriba gracias un golazo de Carrizo, pero Carlos Bueno aprovechó un centro perfecto de Pereyra y puso la igualdad que le dio el título a la ‘B’.
Apenas le sobró un gol. Y uno que no hizo en este partido: Belgrano es el campeón de la Copa Provincia, sí, pero no por lo hecho este martes en Córdoba. En el Kempes sufrió -y mucho- a un Central que si mantiene el ritmo que mostró en la primera parte dará que hablar. Sin embargo, a la B le alcanzó con el empate para coronarse: haberle ganado a Independiente por una diferencia mayor le sirvió frente al Canalla, en el partido definitorio.
Los primeros 45 minutos de Central fueron estupendos. Y no sólo ofensivamente: de la mitad para atrás también estuvo fino, sobre todo gracias al tiempista de Donatti. El zaguero ya había demostrado en Tigre que tenía pasta; ahora hace lo propio en el club rosarino. Pero para que el funcionamiento del Canalla fuera tal también fueron elementales los desbordes de los dos laterales, Ferrari y Delgado. Ambos se cansaron de ir por las bandas, provocando huecos y desorden en la defensa de Belgrano.
Claro que los de atrás no fueron los únicos que hicieron desastres. La distribución de Méndez y la lectura de juego de Luna también colaboraron, pero el arma letal fue Antonio Carrizo. El 10 de Central tuvo un primer tiempo perfecto: velocidad, precisión y un látigo en la pierna derecha. Si no fíjese en la jugada del 1-0: rápidez, control tras la devolución de Luna y zapatazo al ángulo desde afuera del área. Go-la-zo. Qué sería de Central si mantuviera ese ritmo, ¿no?
El tema, claro, es que no lo mantiene. Juega a lo juega por momentos, cuando la máquina física le da. Después, cuando las piernas empiezan a pasar factura, decae el rendimiento. Justamente eso es lo que le pasó este martes en Córdoba. Hizo un primer tiempo brillante, pero agotó todas las baterías aún con 45 minutos por delante. A partir de ahí fue que lo de Belgrano empezó a mejorar, a redituar. Porque con el cansancio Canalla creció Teté González, el chiquitín Pereyra se convirtió en el Picante Pereyra y Charly Bad pasó a ser Charly Good. En definitiva, Belgrano volvió a ser Belgrano y Central lo padeció.
Amén que no hubo una superioridad notable, lo del Pirata en el complemento fue un poco mejor. Tal vez esa leve superioridad vaya de la mano con la confianza que le dio haber empatado el encuentro apenas se inició el segundo tiempo, casi casi desde el vestuario. O tal vez tenga que ver con el rendimiento de los jugadores con un sistema que conocen como la palma de su mano: el 4-4-2. Sí, desde que Zielinski pegó el grito para que se reacomodaran (estaba con un 4-3-1-2 medio mentiroso) Belgrano fue otro. Se cerró bien y, aunque sufrió algún que otro cimbronazo, no pasó a mayores.
Así, entonces, el resultado no se movió y la B levantó la Copa de la Provincia de Córdoba. De todas maneras, en líneas generales es Central el que dejó mejor imagen más allá de que tenga que bajar un cambio para ser parejo durante los 90 minutos. Si lo consigue…
Formaciones
Belgrano: Juan Carlos Olave; Pier Barrios, Luciano Lollo, Lucas Aveldaño, Juan Quiroga; Emiliano Rigoni, Esteban González, Lucas Pitinari, Fernando Márquez; César Pereyra y Carlos Bueno. D.T.: Ricardo Zielinski.
Rosario Central: Mauricio Caranta; Paulo Ferrari, Lisandro Magallán, Alejandro Donatti, Rafael Delgado; Hernán Encina, Nery Domínguez, Jesús Méndez, Federico Carrizo; Gonzalo Castillejos y Carlos Luna. D.T.: Miguel Ángel Russo.
