La elección legislativa de este domingo en la provincia de Buenos Aires no solo pondrá a prueba la fuerza política del Gobierno de Javier Milei, sino que también se transformó en un examen para los mercados financieros. Bancos internacionales, fondos de inversión y consultoras globales observan con lupa los resultados, conscientes de que el desenlace puede redefinir el rumbo del dólar, la inflación, las tasas de interés y los bonos en los próximos meses.
En Wall Street, la atención está dividida entre distintos escenarios. De acuerdo con informes de JP Morgan, una derrota ajustada de La Libertad Avanza ya estaría “descontada” en los precios actuales, mientras que una victoria oficialista abriría la puerta a un rally de bonos y un clima de mayor estabilidad. Por el contrario, una diferencia amplia en contra del oficialismo bonaerense podría generar presiones sobre el tipo de cambio y desatar nueva volatilidad en los activos financieros.
Durante la semana previa a los comicios, el riesgo país superó los 900 puntos básicos y el dólar minorista trepó a $1.380, reflejando la cautela de los inversores. En este marco, las consultoras remarcan la importancia de la acumulación de reservas y de la credibilidad fiscal para sostener la confianza. Morgan Stanley advirtió que la capacidad del Gobierno de avanzar en reformas dependerá directamente de la legitimidad política que logre en Buenos Aires, mientras que Capital Economics alertó que un revés mayor al esperado podría acelerar la inestabilidad cambiaria.
El diagnóstico se repite entre bancos y operadores locales: la dinámica del dólar libre, el comportamiento del riesgo país y la reacción de los bonos serán el primer termómetro tras el escrutinio. Para StoneX, cualquier intervención directa en el mercado cambiario será interpretada como un signo de debilidad, dado el bajo nivel de reservas disponibles.
En paralelo, el Tesoro busca enviar señales de disciplina fiscal. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, defendió la estrategia oficial en la Convención del IAEF en Bariloche: “No estamos vendiendo dólares ni manipulando el tipo de cambio. Nuestro objetivo es sostener la desinflación y garantizar los pagos futuros”, afirmó.
De aquí a octubre, el mercado se moverá en función de dos factores: la lectura política de los resultados bonaerenses y la capacidad del Gobierno de exhibir consistencia en su programa económico. Con vencimientos de deuda por más de USD 4.000 millones en el horizonte inmediato, los bancos internacionales anticipan que Buenos Aires no será solo una elección provincial, sino el barómetro que definirá el pulso de la economía argentina en la recta final del año.
