Su domicilio fue tiroteado en la medianoche del martes en barrio San Cayetano. Alejandra Núñez (38) fue internada en terapia intensiva del Hospital Regional.
La mujer, madre de nueve criaturas, recibió un balazo de calibre 9 milímetros en su pierna derecha que le afectó el sistema digestivo. Fue el martes a las 23:45, mientras dormía junto a sus hijos menores, su esposo y su nieto en una precaria vivienda de la zona alta de Calle 1 y Antonio Garcés.
La casa en cuestión recibió una ráfaga de entre 9 y 13 disparos. Fue minutos antes de la medianoche en una precaria vivienda en la zona alta de ilegales de la Calle 1 y Antonio Garcés, en los límites del barrio San Cayetano y Máximo Abásolo, publicó hoy el diario Patagónico.
Según pudo averiguar ese matutino, en el lugar del ataque, Alejandra Núñez (38) estaba recostada en un colchón junto a su marido. Entre ambos dormía su nieto, de un año. En esa habitación, y otra lindante, descansaban también sus nueve hijos menores que miraban televisión.
La familia Ortellado-Núñez llegó hace dos años desde Formosa. “Vinieron y tiraron. Estaban todos durmiendo y le pegaron un tiro a mi mamá. Ahora está en terapia intensiva, grave”, contó ayer su hijo mayor, Alexis Ortellado, quien vive solo, enfrente del hogar que recibió al menos una docena de balas.
Al cierre de esta edición, la mujer continuaba internada en el Hospital Regional.
“No sabemos nada, no tenemos problemas con nadie, hace dos años que vinimos. Ya le habían tirado tiros a todos los vecinos y a nosotros hasta ahora nunca, ahora no sé qué pasó. Nadie se salvó acá, vienen de zarpados a tirar. Tiran y se van”, contó Alexis. Dicen que algunos vecinos debieron vender las mejoras ante los continuos ataques y otros ceder los terrenos usurpados ante las amenazas.
La situación económica de la familia Ortellado en este momento es difícil y esto agrava más aún las cosas. “Todos dicen que Comodoro es heavy, y es verdad”, acotó el joven formoseño.
Según la familia, los agresores dispararon al menos 13 tiros contra la casa. La Policía de la Seccional Sexta secuestró ocho vainas de nueve milímetros y una de calibre 22.
Algunos testigos observaron un automóvil. Los disparos se realizaron a media altura, con el evidente propósito de lastimar a alguien. Sólo de milagro alguno de los siete chicos que estaban adentro de la casa a esa hora no recibió alguno de los tiros.
Dos balazos cruzaron por los hombros de una de las chicas que estaba sentada en el sillón de la habitación. Otras dos balas entraron a la vivienda y pegaron en la heladera. Otras ingresaron por la ventana de la puerta.
Matan a un perro
En este contexto, hubo que lamentar la vida de un perro que intentó atacar a los agresores. El animal fue acribillado de un balazo en el cuello y en la pata. Después debieron sacrificarlo. “No sabemos quiénes fueron. Ojalá que los agarren” expresó Alexis. En el caso trabajan la Seccional Sexta y la Brigada de Investigaciones.
Un tiroteo similar a una vivienda de la extensión del barrio Stella Maris ya había ocurrido en la medianoche del lunes cuando desde un vehículo dispararon una ráfaga de seis disparos con pistola 9 milímetros. Dos plomos ingresaron a la vivienda y dieron en un niño de 10 años de la familia Oropeza, de nacionalidad boliviana. El plomo le destrozó el hueso del brazo y debió ser enyesado. La Policía de la Seccional Tercera investiga ese otro ataque, que aparentemente no tiene ninguna vinculación con este nuevo caso, según los investigadores.
