A Segundo Miranda le tocaron bocina, salió de su casa y lo mataron de un tiro en el estómago. Tres asesinos que llegaron a bordo de un lujoso auto hasta el frente de su casa en Jesús Marcial 1.055, lo mataron usando un arma de grueso calibre disparándole directo al abdomen.
La bala le perforó el cuerpo. La Policía aún no tiene pistas de los autores, publicó hoy el Diario Patagónico. Los tres bocinazos que a las 16:45 del sábado se escucharon fueron el llamado a la muerte de Segundo Miranda (32), un vecino del barrio Ceferino Namuncurá a quien conocían como “Mou” y que se encontraba junto a su hermano menor cuando escuchó el llamado.
Abrió la puerta de la casa y caminó unos metros hasta el portón de la calle. Quizás conocía a los asesinos y se acercó confiado. Pero un balazo que retumbó en el vecindario detuvo su marcha. La bala de grueso calibre fue directo a su abdomen. Le atravesó el cuerpo y a las pocas horas lo mató.
Por la tarde, en el barrio Ceferino, “Mou” Miranda fue abatido de un tiro frente a su vivienda en Jesús Marcial 1.055 donde residió siempre con su madre y su hermano menor. Caminó cinco metros y cayó en la vereda desde donde pidió auxilio. Miranda, también padre de familia, fue ayudado de esa manera por su hermano que junto a un vecino lo cargaron en un auto particular y lo llevaron urgente al Hospital Regional, donde ingresó con una herida con orificio de entrada y salida a la altura del estómago que finalmente sobre las 19:30 le costaría la vida.
Según informó el jefe de la Seccional Cuarta, Rubén Dencor, a Diario Patagónico ellos recién tomaron conocimiento del violento episodio a las 19:30 cuando se informa del fallecimiento de Miranda desde el Hospital Regional. Es que según la Policía no existió un llamado previo que alertara sobre la agresión.
Según Dencor, “por datos recopilados en el vecindario se pudo establecer que los autores estaban movilizados en un vehículo de alta gama y que serían tres personas jóvenes”.
Miranda trabajaba en una empresa de servicios petroleros y dicen que se llevaba bien con los vecinos, aunque en ocasiones “tenía problemas al ingerir sustancias o beber alcohol”. También se resaltó que lo visitaban asiduamente varios jóvenes en la vivienda.
La Policía ayer a la mañana realizó una nueva inspección ocular frente al domicilio en busca del plomo que le perforó el cuerpo, pero no pudo hallarlo. De todos modos, según los investigadores, continúan con las averiguaciones correspondientes y tomó intervención la Brigada de Investigaciones.
Según informaron las fuentes policiales y los vecinos del barrio Ceferino Namuncurá, en Martín Fierro y Almafuerte sobre las 22 del mismo sábado mientras la Policía estaba abocada a dilucidar el homicidio de Miranda, un grupo de unos quince jóvenes apedreó el móvil 146 de Operaciones Policiales.
Cuando los efectivos policiales se dispusieron a identificar al grupo recibieron una pedrada en los vidrios del patrullero y comenzaron las corridas. Los vecinos escucharon los disparos antitumultos de la Policía, y los agresores alcanzaron a escapar.
