Los de Sarandí golearon 3-0 al Anzoátegui venezolano en el Viaducto mientras que la V azulada superó en el Fortín a Atlético Paranaense de Brasil por 2 a 0 en el marco de la Libertadores.
Arsenal estudió bien el guión y, sacándole jugo a las pelotas paradas, le ganó al discreto Anzoátegui de Venezuela por 3-0 en el grupo 8. Furch, Carrera y Caraglio (falló un penal) señalaron los goles del equipo de Alfaro.
A Arsenal no le pidan cosas raras. No le exijan chiches, ni cosas exóticas. No está para el firulete, para el show. Tal vez no brille, no sea placentero para el amante del juego elegante, pero se sabe qué quiere, desde hace tiempo. Equipo duro, ordenado, compacto. Difícil de doblegar y que le saca petróleo a las pelotas paradas de la mano de Gustavo Alfaro. Una vez más, dio muestra de ello en la victoria ante Deportivo Anzoátegui de Venezuela por 3-0 en el grupo 8 de la Libertadores. Primera alegría, luego de haber caído en el debut ante Santos Laguna de visitante.
En un desarrollo parejo, Julio Furch abrió la cuenta de cabeza, aprovechando un centro enviado desde un tiro libre a los quince minutos. Y, ante un rival que por momentos se animó a jugar y por otros mostró su ingenuidad, amplió la cuenta a los ’42 por otra pelota parada: la bajó Furch y Carrera no falló. Para mayor fortuna, Calzadilla le metió un tremendo planchazo a Zuculini y el árbitro le mostró la roja por doble amarilla. Otra mala noticia para los venezolanos.
La cuestión se empezó a liquidar en el comienzo del ST. Luego de haber fallado un penal en ese inicio, Caraglio se tomó revancha a los cinco minutos con un gran cabezazo, imposible para el arquero González. Ojo: estaba en claro offside. En lo siguiente, Arsenal se balanceó entre darle un poquito la pelota a los visitantes y después presionar y buscar el cuarto (desperdició varias) para mejorar sus goles a favor en el grupo, importante a la hora de la clasificación a octavos. ¿La mala? No le otorgaron un claro penal a Braghieri tras una burda falta del arquero visitante.
En la próxima fecha, recibirá a Peñarol de Uruguay (13/3). Así, con su libretito, el team del Viaducto se acomoda en la Copa luego de un primer paso en falso.
Buen triunfo de Vélez
Le ganó con absoluta autoridad al Atlético Paranaense en el Amalfitani y, con este nuevo triunfo, quedó en lo más alto de la tabla del Grupo 1 de la Copa. Tobio y Pratto marcaron los goles de El Fortín, que encendió la ilusión de los hinchas con juego y contundencia. Y se viene Boca…
Hace tiempo que Vélez es candidato. Mucho tiempo. Se ganó el mote gracias a lo hecho de la mano Ricardo Gareca, y ahora lo está justificando de la mano de su sucesor: José Oscar Flores. Como en el debut, el equipo del Turu volvió a pisar fuerte en la Copa, esta vez venciendo 2-0 al Atlético Paranaense en el Amalfitani, resultado que le permitió trepar a lo más alto de la tabla del Grupo 1 y conseguir tranquilidad para meterse de lleno en el próximo compromiso: el Boca de Bianchi.
El cambio de técnico parece no haber afectado a este Vélez. Es que en Liniers mutan los nombres, pero no la esencia. No modifica absolutamente nada que esté Gareca o Flores, Martínez o Zárate, Silva o Pratto: Vélez siempre es Vélez porque respeta a rajatabla aquella idea futbolística que Gareca le imprimió al club, esa que a fuerza de títulos lo llevó a meterse entre los más grandes.
Ya no existen batacazos para Vélez. No sorprende que deje en ridículo a un equipo brasileño, que gane en la altura o que le dé pelea a la doble (o incluso triple) competencia: tiene colgada la chapa de candidato y fecha tras fecha deja en claro el porqué.
Este martes le tocó sufrirlo al Atlético Paranaense. Los brasileños llegaron a Liniers confiados en que iban a llevarse los tres puntos del Amalfitani. Apenas le duró unos minutos: un cuarto de hora después de que el uruguayo Silvera diera el pitazo inicial, Vélez ya se había hecho amo y señor de la pelota y el partido. Sólo le faltaba el gol que un rato más tarde le daría Tobio, a los 37′ del primer tiempo. Y partido terminado.
Terminado porque a partir de ese gol la visita sufrió, y sufrió, y sufrió. Que Pratto solamente haya marcado un gol (el 2-0) se debió exclusivamente a Weverton, arquero del Paranaense, que le tapó al menos tres bombazos que tenían destino de red. Por eso la victoria de Vélez fue total y abosulta. Por eso, también, la gente se ilusiona con la Copa.
