La eliminación de las PASO deja lugar a internas que vendrán muy discutidas. Las fechas probables de elecciones generales: 7 de abril, o 14 de mayo.
Chubut se sumó al universo de provincias que elegirán gobernador e intendentes sin PASO, tal como se aprobó en la Legislatura la semana pasada luego de varios días de “infierno” con todo tipo de operaciones y presiones para sacar una ley de lemas que no pasó de borrador. Por suerte. Porque era un significativo retroceso institucional, además de violatoria de la Constitución de Chubut, califica diario El Chubut en su columna De Puño y Letra.
Aún así, la eliminación de las primarias obligatorias y simultáneas para elegir gobernador implican en Chubut un drástico cambio de mapa, escenario y clima político, a sólo un puñado de días del inicio de 2023, el año electoral. Tan así, que el gobernador Mariano Arcioni convocaría a elecciones provinciales probablemente para el 14 de mayo, aunque hay quienes manejan la opción del 7 de abril.
En ambas fechas, hay elecciones en varias provincias que decidieron desdoblar, o eliminar las PASO, o meter ley de lemas, o todo eso junto. El calendario electoral será muy extenso. Y la fecha final depende ahora del acuerdo que deben terminar de rubricar el gobernador Mariano Arcioni, el vicegobernador Ricardo Sastre, y el intendente de Comodoro Juan Pablo Luque.
La política en algunos casos se parece a la cebolla. Para analizarla, hay que separarla en capas, y aguantarse las lágrimas y el ardor en la vista. La eliminación de las PASO en Chubut carga con una curiosidad: en las conversaciones reservadas, todos se sienten ganadores, y que el otro (en general un rival interno) es el derrotado. Pero nada es tan absoluto.
Para analizar los tiempos por venir, conviene arrancar por Juntos por el Cambio. La alianza opositora tendrá numerosos obstáculos que superar antes de poder integrar un frente electoral refrescado y -eventualmente- compartir candidaturas y competir en el mismo espacio para la fórmula a gobernador.
EL PANORAMA EN JUNTOS POR EL CAMBIO
A veces, basta un botón de muestra. Es un viejo refrán. El jueves, la UCR y el PRO dieron conferencias, manifestaciones políticas y declaraciones por separado, cada quien en su bunker y con sus dirigentes, para pedir exactamente lo mismo: que no se modificara la ley electoral provincial, no se sancionara una ley de lemas, y no se eliminaran las PASO.
Pidieron lo mismo y por las mismas razones formales (todos sabemos que las conveniencias particulares se calcularon de otra manera), pero lo hicieron por separado. Con los radicales mirando por la ventana el acto que montó el PRO, con Ignacio Torres a la cabeza y las presencias “estelares” de Patricia Bullrich (presidenciable y presidenta del PRO) y del diputado nacional Ricardo López Murphy.
El acto fue importante aunque lució escaso de movilización. Los radicales ya se relamían. “Si no juntaron cien personas para salvar las PASO… ¿A quién van a llevar a votar en febrero o marzo para una interna por la candidatura a gobernador”, decían respecto de sus rivales internos.
El marco general de la definición de las candidaturas dentro del espacio opositor, sería el ya dispuesto por la mesa nacional de JxC. Internas abiertas con los padrones de afiliados a los partidos que integren el frente, más ciudadanos no afiliados a ningún partido político. E integración proporcional de las minorías, algo que en el caso de Chubut está vidrioso y será motivo de disputas muy duras entre el PRO, conducido por Nacho Torres (aunque en lo formal su presidente es Daniel Hollman), y el titular de la UCR, Damián Biss.
El punto de fricción dura será la integración de la lista de legisladores provinciales en caso de que acuerden competir todos dentro de JxC. La idea de Nacho Torres es exigir un “todo o nada”. Es decir, el que gana la elección de gobernador se lleva toda la lista de legisladores provinciales.
Es una estrategia con nombre y apellido. “No querríamos a Nacho gobernador, con un bloque donde haya gente de Cimadevilla, o Pagliaroni, o radicales anti PRO. Necesitamos confianza”, dicen. Torres plantearía esta necesidad en la mesa nacional de JxC, y luego la discutirá con Biss. “Es una condición innegociable. Si no la aceptan, se rompe el frente, y listo”, advierten en el PRO.
Por supuesto, los radicales rechazan esta pretensión. “Eso no va a pasar… la elección interna no va a ser una paliza… sino muy pareja… por lo que las listas de diputados y eventualmente concejales, deben decidirse por elección y en forma proporcional”, aclaran.
Hay otro punto de distancia entre estos socios que se llevan horrible. Hay radicales que estarán en la lista del PRO y que ya están trabajando con Torres, como Gerardo Merino en Trelew, o varios dirigentes del comité de Comodoro con Ana Clara Romero, la diputada nacional que disputaría la intendencia de la ciudad petrolera.
El PRO tendrá para competir con la UCR una lista de legisladores donde tendrán nombres propios, pero también de radicales que cruzaron la frontera de un lado a otro.
Por eso, la dirigencia de la UCR piensa en un antídoto: una interna de radicales “puros” en cada ciudad y en la provincia, para definir candidaturas únicas, con la idea luego de ofrecerlas en la competencia con el PRO. “Y los afiliados que se vayan con Torres, van a ir contra los intereses de la UCR como partido”, advierten, pensando más en las elecciones locales de Trelew, Comodoro y Esquel, que en la general.
Se habla de una interna radical cerrada para marzo, pero todo está pendiente de definiciones, demoradas entre el cierre legislativo tardío, los festejos por la Copa del Mundo y finalmente las fiestas de fin de año, y vacaciones de algunos de los referentes.
Pero al año le queda un puñado de días hábiles, y la conducción radical que rodea a Damián Biss se reunirá esta semana para tomar definiciones. Están entusiasmados con algunos datos, más allá de encuestas que circulan y que posicionan a la UCR muy por detrás del PJ y del propio Torres en una disputa electoral, lo que es coherente: aún no lanzan su principal postulación, que será la de Damián Biss a gobernador.
Volviendo al nuevo escenario en el que se deben contar los porotos antes de una contienda interna con el PRO, la UCR cuenta con 35.000 afiliados y el PRO con menos de 5.000. Aún no está claro si el Polo Social estará en esta alianza.
Es decir, la “interna” Biss-Torres la ganará el que “mueva” mejor el padrón “independiente” en una elección no obligatoria. Pero también el que tenga buenas postulaciones a intendentes.
En eso, los radicales se tienen fe en Trelew y Esquel (Con Federico Massoni y Sergio Ongarato), afirman que van a sorprender con una buena postulación en Madryn, y se saben “flojos” en Comodoro.
De todos modos, con el nuevo escenario, en el PRO se tienen fe para ganar la interna provincial con la UCR, o incluso por fuera de la alianza. El único asunto es que si se van, le estarían sirviendo en bandeja la elección al peronismo. Esa ecuación también funciona al revés. Si el peronismo de Chubut se divide entre Luque y Sastre para la general -raro, pero podría ocurrir, esto es política- el próximo gobernador de Chubut sería indefectiblemente de Juntos por el Cambio.
LO QUE SE DICE EN EL PERONISMO
Por el lado del peronismo las conversaciones en estos días pasan más por los acuerdos, que por los desacuerdos. Las sucesivas cumbres y reuniones que fueron protagonizando desde mediados de mes Mariano Arcioni, Ricardo Sastre y Juan Pablo Luque, fueron limando diferencias y acercando posiciones.
Claro que hay una cuestión insalvable: Luque y Sastre quieren ser el candidato a gobernador. Esa definición quedó para más adelante, con o sin internas, aunque ninguno de los dos dirigentes quiere disputar una elección previa a la general. ¿Y entonces? En principio, ambos habrían comprendido que Luque sin Sastre no puede ganar una general, y viceversa.
Por lo tanto, la opción de competir en una elección provincial con distintos partidos (Sastre tiene partido propio, Primero Chubut, y está el Frente Renovador que apoya a Arcioni), estaría descartada. Información vigente, solo por unas semanas. Porque en Chubut, todo tiene fecha de vencimiento.
Podría haber una fórmula Luque-Sastre o viceversa. Pero ninguno de los dos se quiere bajar. Veremos, aún queda mucho hilo en el carretel político del peronismo, para seguir discutiendo.
Sí se habría acordado el adelantamiento de elecciones, una lista de legisladores proporcional a los intereses de cada sector (Sastre, Luque y Arcioni) y la candidatura a diputado nacional del gobernador Mariano Arcioni, para las elecciones nacionales de octubre. ¿Qué resta? El modo de definición de Luque o Sastre encabezando la fórmula, y la fecha de elecciones que debe fijar Mariano Arcioni.
Sastre preferiría 7 de abril (junto a Río Negro) y Luque, 14 de mayo (con San Juan). Si debe haber alguna interna partidaria, sería en marzo. En todo caso, la idea que se comparte, es la de llegar a las elecciones nacionales de octubre con el escenario chubutense definido y liquidado.
La fecha de mayo no cae tan mal en Juntos por el Cambio. Tanto en el PRO como en la UCR piensan que da un buen margen de transición con Arcioni, en caso de ganar las elecciones de gobernador.
