Tras igualar 0 a 0 en tiempo reglamentario y en la prórroga, la Selección ganó 4-2 la definición desde los 12 pasos. Sergio Romero contuvo dos penales y fue el artífice de la clasificación al partido definitorio, que se jugará el domingo en el Maracaná ante Alemania.
Argentina y Holanda cumplieron el guión al pie de la letra en el primer tiempo de la segunda semifinal del Mundial: los europeos cedieron el protagonismo por completo y la Selección se adueñó así de la pelota y de la generación de juego pero sin tener mayores ocasiones de peligro ante una férrea defensa del conjunto europeo. Así, los 45 primeros minutos finalizaron 0 a 0.
La más clara estuvo, cómo no, en el pie zurdo de Lionel Messi cuando a los 14 minutos ejecutó un tiro libre al palo del arquero Cillessen, quien respondió de manera brillante atrapando la pelota sin dar rebote.
No hubo mucho más. Un cabezazo de Garay a los 23 de anticipo tras un córner de Lavezzi merodeó el arco de la «Naranja» pero se fue lejos.
El primer round fue entonces de estudio. Ni Messi ni Robben pudieron desplegar su potencial debido a la marca que se dispuso sobre las máximas estrellas de cada seleccionado. Para el argentino, un seguimiento escalonado; sobre el holandés, un pegajoso seguimiento de los cuatro argentino de la última línea, según donde decida moverse el peligroso delanterp de la «Oranje».
La búsqueda de cada uno está en el error del otro, pero sin arriesgar demasiado con el potencial propio. Así se fueron los primeros 45.
