Si a vos, como a mí, te cayó como patada en el hígado el salvaje asesinato del pibe Andrés Gabriel Epul (un nene de 17 años que jugaba en la CAI), perdé 10 minutos de tu valioso tiempo y compartí o desestimá esta teoría en desarrollo.
Mi sensación es que el mundo de los “negocios” nos ha arruinado la vida por generaciones, y que en el afán de facturar, la mayoría de los “capitalistas” se alimentan de carne humana para mantener sus privilegios. Es una sensación que tengo desde que perdí a mi viejo, que se fue de casa para ganar más guita y volvió en una ambulancia/fúnebre…
Andrés Epul era un pibe al que vi jugar 2 ó 3 veces cuando mucho, que vivía con sus padres -laburantes ellos- en el barrio Máximo Abásolo, y que pagó su culpa de no ser uno de “ellos”. De los miles de marginales (algunos de pasamontañas y revolver, otros de traje y notebook) que nos roban lo más preciado: la vida digna. Sólo por querer ser deportista, pero vivir en un barrio pobre, aunque a los pacatos enseguida le salga “barrio humilde” como muletilla.
Porque en el afán de cuidar los “negocios”, vamos perdiendo la condición humana y el respeto a la vida, que nos distinguía cuando yo era un pibe como él…
– Porque hace negocio el vendedor de droga y también el que provee armas a los delincuentes -y a los imbéciles que las compran para protegerse- quizá enojado con la vida. Y nadie les arruina el negocio…
– Hace negocio el Comisario y cierto sector de la Policía. A más inseguridad, más adicionales (porque el sueldo no alcanza, viste). Y peaje a los que delinquen con vista gorda.
– Ni hablar del político. Hace negoción. Borra la inseguridad, los muertos, los asaltos, la droga y miles de etc. de la agenda. Y si no, transa con ellos. Los conoce, ¿les teme? (¿o es uno de ellos manejando la cosa?). Los convoca a los actos de campaña, pero promete ocuparse y reconstruir el tejido social. Los usa para amedrentar, pero jura combatirlos. Y cobra sueldo y tajada de las licitaciones y obra pública, y usa al Estado como negocio. País pobre, político millonario. Provincia endeudada, municipio aniquilado: político rico. Y votalo que es una obligación cívica. Ellos hacen “carrera”: empiezan como un concejal presilábico y terminan como diputado, ministro y hasta gobernador. Toda la vida viviendo de un Estado ausente.
– Negocio el de los medios. Un muerto en la tapa. Hoy es un pibe, ayer un chorro, mañana una vieja. Pasado puede ser tu hijo… ¿Sabías que la CAI no fue tapa del diario cuando le ganó 3 a 1 a Rosario Central?, pero ahora sí. Un muerto vende diarios…
– Negocio el ser Juez. No pagás ganacias, laburás hasta el mediodía, y que los pobres se maten si no tocan tu puerta blindada. La gente los putea pero no les conoce la cara, entonces no duele. El empleado judicial también hace negocio. Trabaja pocas horas, cobra sueldo del Estado y hasta le queda tiempo para estudiar abogacía y no ser un paria en el sistema Judicial.
– Ni hablar del abogado de los delincuentes. Otro que factura en su negocio. ¿Se preguntaron cómo puede ser que los peores marginales tengan los abogados más caros? ¿No será una asociación ilícita? ¿Una gran empresa de robo, colocación de los productos, venta y, por supuesto, asesoramiento legal? También puede incluir protección a vos y los tuyos. Códigos que le llaman.
– Hace negocio con el sistema el que vende alcohol a mansalva y a toda hora, el de la bailanta (y que después se maten en la puerta, total…), el que vende la puerta bilndada, el de las alarmas, el del monitoreo, el que polariza vidrios, el que pone una escuela privada porque la pública se fue al carajo, el de la empresita de seguridad (privada, of course), el de la prepaga, el de la ambulancia que llega más rápido (si tenés la cuota al día, claro). El de la florería y el de la funeraria. Los que comprarían el pase de Epul y el que lo recomienda. Todos hacen su negocio.
En este mes me llamaron dos o tres colegas -lo juro por mis hijas- para transmitir algo “que sea negocio”. No importa qué, ni con quién. La CAI ya no factura, me dijeron. “Y esto es un negocio”, remataron. Yo pensaba hoy: lo que no beneficia a la colmena, no es bueno para la abeja. ¿Cómo no va a ser negocio salir hecho de plata, pero ver debutar 30 pibes formados en el club en la Primera División? (sí, ya se llegó a esa cifra). Muchos de ellos condenados a ser pobres de por vida como Mario Santana, que ahora juega en Italia. Dar la vuelta la manzana (no es metáfora) en la casa de mi vieja, con mis sobrinos, y encontrar sobre calle La Razón al arquero de la Selección Argentina, Sergio Romero. ¿Cómo no va ser un negocio desde la calidad de vida y la inserción social, el torneo infantil que organiza el Pato Polizzil? Yo no quiero barrabravas ni muertos. Ni piedrazos ni droga. Tampoco fanáticos imbéciles. Ni que entre un marginal a la cabina a pegarme. Quiero otro “negocio”. El de una ciudad donde puedan vivir mis dos nenas.
Perdón. Les pedí 10 minutos de atención y me excedí. Perdón Andres Gabriel Epul (Q.E.P.D.). En esta sociedad te matamos entre todos. Y fue por Negocio. El Peor de los negocios. El que suma 20 muertos en el año en Comodoro y miles en un país que mientras la gente muere se ocupa de reelecciones, casamiento igualitario (respetable pero no prioritario) e invento de feriados para “vender”. Siempre presente el Dios Mercurio.
El que apretó el gatillo lo hizo en nombre de todos nosotros. Los cobardes. Los que no nos animamos a arruinar ningún negocio…
Por Jorge Nelson “Gallego” López
Periodista de FM Bizarra y Radio Universidad
