Guillermo Almirón calificó su expulsión como «una expulsión selectiva, como vienen haciendo las cosas malas hace muchísimo tiempo en el PJ».
Y amplió su crítica señalando que «si aplicaran el criterio general, no quedarían ni las estructuras partidarias completas, que quedarían acéfalas porque el tema es cuando ponen el punto», aludiendo a la inconsistencia y la falta de un criterio claro en las decisiones del partido.
Asimismo, ironizó sobre la falta de prolijidad en el proceso de expulsión: «Para ser malo inclusive hay que ser deficiente», señalando que, a pesar de haber sido expulsado, aún figura como afiliado en los padrones.
El ex dirigente peronista denunció al aire por Radiocracia la manipulación de las estructuras internas del partido: «Nunca hubo una preocupación por trabajar en las cuestiones internas partidarias para mejorar la estructura, sino para manejarla y ver quién se puede presentar y quién no en la elección».
Almirón también criticó la modificación del sistema electoral provincial realizada «el 22 de diciembre a las 11 y media de la noche [sin] anticipación [ni] consultar a las estructuras partidarias».
Subrayó que esta decisión se tomó sin consultar a las bases ni a los interesados, afectando las reglas de juego para la elección de autoridades.
Además, criticó el estado de los padrones partidarios: «son padrones mal hechos, porque hay muchísima gente que ya ni siquiera está en vida, y hace muchos años y está ahí», evidenciando la falta de actualización y transparencia en la gestión interna del partido.
