Los sanjuaninos necesitaban sumar de a tres para pasar a Independiente y All Boys quería meterse en la mitad de arriba de la tabla. El final fue caliente por un golpe de Alderete a Montoya.
El punto suma pero no tanto. Lo tienen claro San Martín y All Boys. Porque el único resultado válido para ambos era el triunfo. El local por jugar en su cancha, porque quería meterse en la mitad de arriba de la tabla y porque necesitaba cambiar el ánimo tras la derrota polémica ante Lanús. El sanjuanino porque pretendía aprovechar el envión tras el 6-1 a Boca y así sumar y dejar atrás a Independiente en la tabla de abajo. Pero no. Los dos se van con gusto a poco, porque el 1-1, con un final caliente, no le termina sirviendo a ninguno de los dos.
Los dos tiempos fueron diferentes. En el primero, con pocas llegadas, los dos parecían estar estudiando la situación: el Albo sólo se despertó tras la salida de Osorio Botello por lesión, el héroe goleador ante Boca. En el segundo, en cambio, ambos equipos entendieron que debían ir a buscar el triunfo. Pero fue una ráfaga: primero el polémico penal que Díaz le dio a Vildozo tras un agarrón de Hoyos, que el delantero convirtió (¿Una manito para el Rojo?). Y, dos minutos después, Landa logró el empate.
Después, todo fue calentura, un patadón de Careaga que sólo fue amarilla y el golpe de Alderete a Montoya Muñoz, que despertó la furia de Cambiasso y cía. Un puntito amargo.
