Consciente de que su condición física no es la adecuada, evalúa retirarse definitivamente de la actividad. Entendió y aceptó la decisión de Gallardo de dejarlo afuera de la lista de la Copa Libertadores.
Pablo Aimar apenas jugó dos partidos desde que en enero regresó a River, tras 15 años. Sus problemas en el tobillo derecho, donde le efectuaron tres intervenciones quirúrgicas, lo han molestado y han mellado su autoestima.
El jugador entendió la decisión de Gallardo de no incluirlo en la lista de la Copa Libertadores para las dos semifinales ante Guaraní y una eventual final: él es consciente de que su respuesta física no es suficiente.
Entonces, el cordobés está evaluando retirarse en forma definitiva del fútbol. Lo está pensando, aunque todavía no lo definió. Le gustaría jugar al menos unos minutos con su amigo Javier Saviola, con quien compartió equipo en su primera etapa en el club.
Incluso, Pablo influyó positivamente en la vuelta del Conejo a Núñez, aunque la posibilidad de colgar los botines está latente.
