«La economía debe estar demasiado complicada para que la Presidente anuncie por la cadena oficial que algunos productos, cuatro días a la semana, se podrán comprar con tarjetas de crédito en doce cuotas sin intereses», comentaba el operador con uno de los tantos clientes que el viernes le compró dólares.
El consumo que gatilló el anuncio presidencial, fue el de divisas. Al cierre de la semana las operaciones crecieron considerablemente. El dólar cerró en el máximo de 14,40 pesos y dejó abierta la puerta para una suba consistente en los días que vienen.
La Argentina es otro país. No es el mismo del mundial de Sudáfrica cuando los plasmas se vendieron con plazos de más de tres años. Desde aquel mundial, que comenzó el 11 de junio de 2010, hasta el viernes, el dólar aumentó 260 por ciento. En aquel momento valía 4 pesos y la tasa de interés para los depósitos a plazo fijo era de 10 por ciento anual, la mitad de la actual.
Pero el dato sobresaliente es que desde Sudáfrica hasta octubre de 2011, el dólar libre subió tan solo 10 por ciento, bastante por debajo de la inflación real. La apuesta de los inversores era al peso porque con las tasas en 0,80 por ciento mensual le ganaban al dólar.
Después de la reelección presidencial, el viento a favor se detuvo y comenzó a soplar en contra. Desde aquel día hasta hoy, el dólar aumentó 211 por ciento y las reservas cayeron casi 19.500 millones de dólares. El mercado, que conoce esta historia, reaccionó ante el anuncio de «Ahora 12», comprando más billetes. Esperan más inflación y presión sobre las reservas del Banco Central.
Cualquiera de los escenarios posibles, favorece la suba del billete. Como el plan alcanza a artículos electrónicos, si aumenta la demanda, se incentivará la importación y la compra de dólares en el mercado de «contado con liquidación» porque el Banco Central podrá sacrificar ganancias en el encaje de pesos para financiar las tarjetas, pero jamás reservas.
El otro escenario es que la gente se financie para aprovechar los «beneficios» de la inflación y los pesos que pensaba dedicar a ese gasto, los pase a dólares para ir vendiéndolos gradualmente y pagar las cuotas. Lo cierto es que al cierre de la semana se vivió una jornada de dolarización. La suba alcanzó a todos los bonos en divisas con legislación local y extranjera.
Hasta la Bolsa siguió dolarizada. Por eso los negocios no bajan de 300 millones de pesos por día y el Merval está en su nivel histórico más alto. Edenor el viernes subió 4,32 por ciento y Grupo Galicia, 3,96 por ciento.
En Wall Street donde estos papeles se revenden en dólares, las subas fueron generalizadas. Banco Francés asombró a todos con un aumento de 6,48 por ciento. Edenor avanzó 5,14 por ciento.
Si alguien cree que los papeles están subiendo a cuenta del éxito del «Ahora 12», se equivoca. Las acciones de los bancos, que pueden ser los más afectados por el plan, son las que más subieron. Y el movimiento sólo se explica porque son un vehículo para transformar -«contado con liqui» mediante- los pesos en dólares. Por eso no es arriesgado afirmar que el consumo que más va a crecer con el «Ahora 12», es el de dólares.
Por: Luis Beldi
