El caso que conmueve al país tuvo este viernes uno de sus momentos más dolorosos. Tras dos días de agonía, murió Thiago Correa, el niño de 7 años que había sido herido de bala en la cabeza durante un tiroteo ocurrido en Ciudad Evita, partido de La Matanza.
Su papá, Fabián Correa, lo despidió con un conmovedor posteo en su cuenta de Instagram:
“Estoy destrozado, me dejaste hijito mío. Te amo y te voy a amar toda la vida. Ahora sos mi angelito”, escribió junto a una foto del pequeño.
En otra publicación, agregó:
“A esta hora tendrías que estar tomando mates conmigo para ir a jugar, hijo. ¿Por qué?”.
El hecho ocurrió el miércoles pasado, cuando Fabián llevaba a Thiago a la casa de su madre. En la esquina de Crovara y Madrid, se desató un tiroteo protagonizado por Facundo Aguilar Fajardo, un agente de la Policía Federal, que enfrentó a tiros a un grupo de ladrones. Uno de los disparos impactó directamente en la cabeza del niño.
Thiago fue trasladado de urgencia al Hospital Balestrini, en San Justo, donde permaneció internado en estado crítico. Finalmente, el viernes por la tarde, sus padres confirmaron su fallecimiento frente a la prensa, visiblemente conmocionados.
“Es muy doloroso para todos. Necesito justicia, por favor. Esto se tiene que pagar”, declaró Fabián con la voz quebrada, acompañado por la madre del niño.
La familia exige justicia mientras la investigación avanza para determinar las responsabilidades en el tiroteo. La muerte de Thiago vuelve a poner en debate el uso de armas de fuego en espacios públicos y los protocolos de actuación de las fuerzas de seguridad.
