La coordinadora del Centro de Salud Integral para Adolescentes (CESIA), Silvia Pino, advirtió sobre la creciente demanda de atención médica y psicológica, y señaló las dificultades que atraviesan tanto el personal como los adolescentes que requieren sus servicios.
“Hace poco contamos con la incorporación de la pediatra Dra. Noelia Ruarte, lo que nos permite ampliar la atención. Sin embargo, todavía necesitamos recuperar un cargo de obstétrica que pueda estar todos los días, porque actualmente solo viene unas horas desde el hospital”, explicó Pino en diálogo con FM La Petrolera.
Además, destacó que la atención en CESIA no solo se centra en la consulta médica, sino también en la prevención. “Nuestras psicólogas realizan talleres y asesorías en escuelas, pero atender pacientes y desarrollar programas educativos simultáneamente resulta muy difícil”, señaló.
La falta de medicamentos agrava la situación: “Recibimos insumos de Remediar, pero cada vez son menos. Por ejemplo, el hierro para embarazadas muchas veces alcanza solo para una paciente de varias”, precisó Pino, quien añadió que la situación económica de muchas familias complica el acceso a los tratamientos.
El acceso a métodos anticonceptivos también enfrenta obstáculos. Según Pino, “aunque algunas obras sociales cubren los implantes, muchas pacientes no pueden costear la colocación, que puede superar los 500 mil pesos, y esto impacta directamente en la prevención del embarazo adolescente”.
Pese a los desafíos, el CESIA registra una disminución en los embarazos adolescentes, aunque persisten casos en edades tempranas, generalmente asociados a relaciones no consentidas o sin conocimiento del riesgo. “La mayoría de las escuelas públicas no ofrecen educación sexual integral, lo que deja a los adolescentes sin información básica sobre su cuerpo y cómo cuidarse”, concluyó la coordinadora.
