Después de una serie de denuncias y advertencias sobre lo que podría pasar y sufriendo además dos derrumbes anteriores del techo de su casa, prácticamente sobre la cama de un matrimonio de vecinos del barrio Ceferino, durante la tarde de ayer finalmente don Mario Coria quedó aplastado bajo los escombros de su propia vivienda.
Se trata de un antiguo vecino de la barriada, de 86 años, que habita la vivienda de Giachino y Florencio Sánchez junto a su esposa, Raquel Alvarado, quien en el intento de reparar parte de su casa -en peligro de un derrumbe total- cayó desde el techo de la vivienda y quedó en el piso bajo los escombros de bloques y mampostería, lo que derivaron en un urgente pedido de auxilio, asistencia médica en el mismo lugar del accidente y su posterior derivación al Hospital Alvear, donde quedó internado para su control.
Raquel, quebrada en uno de sus brazos por caer desde el desnivel que quedó frente a su casa cuando realizaron el pavimento de la calle, fue quien acudió al fondo de su propiedad al escuchar el violento golpe del derrumbe y encontró a su marido prácticamente cubierto de escombros, por lo que salió en busca de auxilio temiendo lo peor.
Desesperada ante la situación, llamó a sus hijos, quienes prestaron los primeros auxilios y uno de ellos, Rosa Coria, fue quien comentó parte de una antigua historia de advertencias y denuncias que nadie escuchó «porque siempre pasa lo mismo; a veces se espera a que pase una tragedia para que se den respuestas a pesar de que las situaciones son por demás evidentes y peligrosas».
Deslizamiento
Ante la gravedad del accidente y mientras en la tarde de ayer se esperaba conocer la evolución de Mario Coria, Crónica pudo recorrer la vivienda en peligro para corroborar las graves deficiencias en su estructura, lo que pudo ser verificado también por personal de Defensa Civil, el que ordenó la inmediata evacuación de la propiedad, por temor a que en cualquier momento pudiera desmoronarse totalmente.
Sucede que con los trabajos realizados para la pavimentación de calle Giachino -sobre el frente de la casa- comenzaron los problemas por el desplazamiento y movimiento del terreno donde se encuentra la antigua construcción y, pese a los reclamos por las consecuencias de la obra y la posterior caída de parte del techo -en dos oportunidades- nadie concurrió en su auxilio.
Al no obtener respuestas, con esfuerzo propio y su escasa jubilación, Coria reparó en parte y como pudo esos dos derrumbes, luego de esperar infructuosamente que se le proveyera -desde el municipio- el material prometido luego del primer incidente, pero la propiedad mantenía su deslizamiento, movimiento que se aprecia por la ubicación de los muebles en declive hacia el frente de la casa.
Evacuación inmediata
Ante el derrumbe de ayer, el personal de Defensa Civil -encabezado por el titular del organismo Alejandro Salinas- se acercó rápidamente al lugar del incidente para colaborar con la familia, realizando los contactos para la visita urgente de una asistente social y posteriormente de funcionarios de Obras Públicas municipal, aunque ordenando la inmediata evacuación de la vivienda.
Gracias que algunos de los hijos se hicieron cargo de llevar a doña Raquel hasta su domicilio, la evacuación oficial quedó suspendida, aunque Salinas y para tranquilidad de la abuela, prometió gestionar alguna custodia de la propiedad porque los abuelos se resistían a dejarla sola, pese al inminente peligro de derrumbe, por temor a perder sus pertenencias.
Con una solución que aparentemente podría llegar de manera definitiva en las próximas horas, queda pendiente la evolución física de Mario Coria, a quien en las últimas horas de ayer se realizaban curaciones y estudios médicos para saber las consecuencias de los violentos golpes recibidos en la caída y quedar aplastado por el techo de su propia casa.
Fuente: Diario Crónica
