Un insólito y preocupante robo ocurrió este lunes a plena tarde en un bar ubicado en el centro de Comodoro Rivadavia, donde Jessica Ribas, trabajadora del lugar, denunció que un delincuente ingresó repetidas veces al establecimiento y se llevó varias cajas con pertenencias personales, herramientas de trabajo y una camilla valuada en miles de pesos. El hecho ocurrió entre las 15:15 y las 16 horas, en un horario de gran circulación de personas.
Según relató Ribas, al llegar al local encontró el portón abierto y varias cajas revueltas, mientras que otras directamente habían desaparecido junto con la camilla que estaba preparando para una mudanza. “Me puse muy mal, eran cosas que me costó años conseguir: materiales de trabajo, pertenencias de mis hijos y una camilla cara”, contó.
La joven intentó radicar la denuncia ese mismo día, pero aclaró que recién al día siguiente pudo presentarla en la Comisaría Segunda. Aún no recibió novedades de la policía ni de la Brigada de Investigaciones.
El testimonio de su madre fue clave: vio al sospechoso en un colectivo de la Línea 5, cargando cajas y actuando nervioso. Lo observó bajar cerca de la estación de servicio Rodrigo, donde el sujeto se escondió entre los tamariscos y comenzó a revisar lo robado. Gracias a esto, Jessica pudo recuperar diplomas, certificados y algunas pertenencias personales, aunque perdió herramientas de trabajo esenciales como cañas de bambú, elementos de masajes, bisturíes, espátulas, un aro de luz, dijes de cristales, péndulos y material de estudio acumulado durante 12 años.
Las cámaras de seguridad de un vecino registraron al ladrón entrando varias veces al lugar, e incluso se sospecha que pudo haber actuado con un cómplice, ya que una persona distinta habría cargado la camilla hacia Aristóbulo del Valle.
Ribas se mostró indignada por la impunidad del hecho. “El tipo entró cuatro veces, estuvo 40 minutos robando sin que nadie lo viera. Yo solo quiero que lo encuentren y recuperar mis cosas. Mis herramientas de trabajo no me las devuelve nadie”, expresó.
Varias personas del barrio y del kiosco de enfrente afirmaron haber visto al sospechoso y estarían en condiciones de reconocerlo. La víctima pidió a la comunidad que, si tienen datos, se comuniquen con la policía.
