La volatilidad caracterizó al mercado argentino en 2025, con cimbronazos internacionales —como la guerra comercial impulsada por EE.UU.— y cuestiones locales, como la inauguración de una nueva fase del esquema monetario y los vaivenes electorales.
En medio de esas novedades, los inversores que apostaron a la estrategia de carry tradetuvieron ganancias por segundo año consecutivo. Esa tesis de inversión apunta a vender dólares para comprar activos en moneda local bajo la premisa de que las tasas superarán a la devaluación. Por lo tanto, al cerrar la posición se podrán comprar más dólares que al inicio.
Según cálculos de GMA Capital, quienes llevaron adelante esta estrategiacon plazos fijos en 2025 obtuvieron ganancias en moneda dura superiores a 10%. “Con el foco sobre la estrategia de carry trade con tasas cortas, la cosecha del año arrojó un retorno total de 10,3% medido en dólares contado con liquidación», apuntó un reporte de esa compañía.
“No fue una tasa comparable con el 40% de 2024, cuando la economía había iniciado su normalización, pero sí hubo un mérito: esta maniobra no marcaba dos años en terreno positivo desde el bienio 2016-2017″, reconoció GMA.
Sobre ese punto, el reporte destacó que los plazos fijos reaccionaron mejor que los bonos al estrés financiero que generó el desarme de las Letras fiscales del liquidez (Lefi) y la previa electoral.
Los movimientos bruscos de la tasa, explicó el trabajo, resultaron perjudiciales para los títulos de largo plazo pero fueron positivos para los depósitos bancarios, que permiten pactar y asegurar una tasa por 30 días o más.
“Este fenómeno se hizo patente especialmente entre agosto y octubre, un período en el que los plazos fijos mostraron una cintura que los bonos no tuvieron. Estos instrumentos capturaron la mejora en los rendimientos locales y resistieron los vaivenes”, apuntó el informe.
