En el acto central que presidió ayer en El Calafate, Cristina Fernández volvió a enaltecer el legado y la figura de Néstor Kirchner.
Los habitantes de la villa turística la acompañaron masivamente en la inauguración de obras, en tanto que el gobernador Daniel Peralta pidió cuidar a la Presidente. Ella volvió a defender el modelo de inclusión que rige en el país desde 2003.
La ceremonia central por el 134º aniversario del Bautismo del Lago Argentino tuvo lugar al aire libre en la plazoleta Perito Moreno y comenzó a las 11:40, tras la inauguración del natatorio municipal, el pavimento de la avenida Salvador Lara y la cartelería del paseo costero del Lago Buenos Aires que a partir de ayer lleva el nombre de Néstor Kirchner.
Asistió la gran mayoría de dirigentes e intendentes de la provincia, entre ellos el anfitrión Javier Belloni, como así también miembros del gabinete provincial y los ministros nacionales de Planificación Federal, Julio de Vido, y de Turismo, Enrique Meyer.
También, entremezclado con el público, estuvo el cantautor León Gieco, quien se había presentado la noche anterior en el Festival del Lago.
“Él no está”
Ataviada de estricto negro, Cristina izó el pabellón nacional junto al gobernador, el intendente local y un antiguo poblador, ante un marco de público que colmó la plaza principal.
Antes del acto, las autoridades también inauguraron el Museo del Hielo, correspondiente a un emprendimiento privado, y un moderno natatorio municipal.
El discurso de la Presidente fue austero y las evocaciones a su desaparecido esposo, moderadas, aunque no menos emotivas.
“No fue un festejo como otros para mí porque es la primera vez que estoy aquí para celebrar este acontecimiento histórico y él no está, aunque creo que debe estar entre todos ustedes caminando”, mencionó con voz entrecortada.
Contó cómo en 1991 el matrimonio comenzó su acercamiento a El Calafate, lugar que hoy ella sigue eligiendo para descansar y en donde Néstor Kirchner vivió sus últimas horas.
También la Presidente habló de la transformación de esa localidad y su entorno de hielos continentales y lagos que se constituye “en un lugar de destino turístico, aportando al 6% del PBI Nacional que representa esa actividad”.
Asimismo, habló de las grandes obras como el Interconectado, a partir del cual “ahora vamos a poder hablar de energía hidroeléctrica porque con La Barrancosa y Cóndor Cliff (futuras represas), tan soñadas, vamos a poder dar más de 200 megavatios al sistema eléctrico nacional”.
País independiente
Luego, la mandataria defendió fuertemente el “modelo” que empezó el 25 de mayo de 2003 con la presidencia de Néstor Kirchner, afirmando que “el esquema de distribución se tiene que seguir profundizando en el país porque aún sigue siendo muy injusto”.
Citó además que en estos 8 años de gestión “hemos demostrado que otro modelo de país, de desarrollo económico y de soberanía, ha logrado incorporarse al mundo desde nuestro proyecto y tal vez lo más importante sea que las decisiones que tomamos fueron desde la Casa Rosada y no nos las impuso nadie desde otro lugar”, remarcó entre aplausos.
“De eso no hay dudas –aseveró–; hemos dado vuelta la historia de un país, reinstalando las convenciones colectivas de trabajo, generando un mercado interno y mejorando las exportaciones”.
Fiel a su estilo de fuerte mirada histórica, la Presidente hizo mención a próceres como Manuel Belgrano, José de San Martín y Juan Manuel de Rosas, entre otros, quienes “son los que realmente lucharon por un país independiente, aunque no hay independencia sin una economía sólida que permita tomar decisiones, y nosotros lo hemos hecho”, acotó.
Sobre el final, Cristina pidió “respeto por la voluntad popular” y que se rinda homenaje a “quienes se les fue la vida imaginando un país diferente”.
Seguidamente, la Jefa de Estado participó del desfile de autos antiguos que atravesaron la avenida principal y se mostró afable con quienes se acercaban a saludarla mientras el intendente anfitrión la fotografiaba constantemente con su celular.
