Carlitos fue figura, metió uno y le dio el pase de gol a Pavón que le dio tranquilidad al Xeneize, que jugaba mal y estando 1-1 sufría mucho contra Cerro Porteño, que hacía figura a Orion. Al final fue 3-1 y el jueves que viene va a Montevideo contra Nacional. Hay que mejorar mucho.
Bombonera llena. Mucho canto, mucho grito. Otro triunfo en la Copa y semana ideal; en cuartos de final y con la contra eliminada, combo explosivo para el disfrute de los hinchas. Gran logro con Guillermo timoneando un equipo que se caía a pedazos cuando justamente debutó dirigiendo en la Libertadores contra Racing y sin hinchas. Pero detrás de este resultado victorioso que ilusiona de cara a la serie con el duro Nacional uruguayo, hay una mirada negativa, rigurosa, señal de alerta: Boca sufrió mucho, regaló la pelota y no jugó bien, pese a estar dos veces en ventaja. El gol de penal de Tevez en el arranque, lejos de encaminarlo con facilidad (era 3-1 en el global), lo hizo dormirse en esos laureles y ahí empezó el sufrimiento. El empate llegó rápido y el golpe inesperado se sintió: pasó a jugar muy cerca de Orion, lo atacaron, no manejó el partido y había olor a 1-2 que llevaba a los penales.
¿Es tirar mala onda en el triunfo? Para nada, porque en el haber está Tevez, el as de espadas del equipo, el insustituible entre tantos lesionados. Que ni se resfríe Carlitos, indispensable para que se siente la ilusión de ganar la Libertadores. ¿Así puede soñar a lo grande? Por juego no, pero la Copa es distinta y a veces hay que avanzar a los tumbos para llegar a lo más alto, le pasa a la mayoría. El 10 es el titiritero y el alma del equipo: el gol, el pase de gol a Pavón (el que apagó de repente a un Cerro que atacaba con insistencia y hacía figura a Orion tapando pelotazos), más pases y gambetas. Con él, todo es posible.
Se entiende que el equipo está más frágil entre tantas ausencias (Cubas, Gago, Lodeiro, Chávez), se valora el pase a cuartos de final, el estar entre los mejores ocho del continente. Fue duro Cerro Porteño (jugó más liberado), así lo será Nacional. Es momento de disfrutar pero a conciencia de que hay mucho por hacer. Lo más importante, hoy, es que Boca está.
