El Xeneize estuvo muy lejos de su mejor nivel y en un partido para el olvido igualó sin goles contra un Gasolero que se sintió cómodo con el punto.
Después de un verano complicado, con las dos derrotas ante River incluídas, Boca quería dar vuelta la página y volver a ser el que fue en la competencia oficial a fines de 2015. Para empezar a revalidar el título, el primer paso era el duelo ante Temperley, que hacía de local en la cancha de Banfield.
Al Xeneize se lo vio impreciso y falto de sorpresa, ante un Gasolero que se mostró ordenado en todas sus líneas, aunque algo tímido a la hora de atacar. El partido transcurrió en su mayoría lejos de las áreas, con dos equipos que demostraron que todavía les falta rodaje para llegar a sus mejores versiones.
Un Tevez persistente pero muy errático fue la imagen del equipo de Arruabarrena, que generó poco y sumó un punto que deja en claro que el entrenador tendrá mucho trabajo por delante para reconstruír el espíritu ganador de la temporada pasada.