El conjunto de Bauza venció al equipo boliviano 5 a 0 con goles de Matos, Mas (2), Mercier y Buffarini en la ida de la semifinal de la Copa Libertadores.
San Lorenzo demostró estar a la altura de una semifinal de Copa. Ganó, gustó y goleó. No necesitó demasiado esfuerzo para despachar al Bolívar en la ida: el Ciclón lo apabulló 5-0 y consiguió una muy buena diferencia para poder ir a los 3.650 metros de La Paz con aire fresco. Y sí, la final está a un pasito…
San Lorenzo fue despiadado, cruel. No le tuvo piedad al Bolívar. Y es que en una semifinal de Copa, se debe pisotear y exponer al rival. A un rival que, en este caso, se entregó solo. Se regaló. En el llano, no estuvo a la altura. Si en apenas cinco minutos, a través de un tiro libre al punto de penal, y con una pésima salida del arquero Quiñónez, Matos abrió el partido con el cabezazo del 1-0. ¿Una mala salida y listo? No, en otra pelota parada, otro horror del uno, otro testazo, ahora de Mas, para que el Ciclón se empezara a poner la pilcha de finalista.
Torrico, con suerte, tocó una pelota en el primer tiempo. El dominio del equipo de Bauza fue de punta a punta. Le puso el ritmo y los tiempos. Si quería atacaba, si quería esperaba, si quería hacía circular la pelota, si quería se la prestaba al Bolívar, si quería Piatti eludía a uno, dos o tres, si quería Romagnoli tiraba un caño, si quería Matos jugaba de espaldas, si quería…
Y en los últimos 45 minutos el repertorio fue el mismo. Más errores de los bolivianos, el Cuervo con la idea (clara) desplegada en el campo de juego, la diferencia que expone el marcador es la que se reflejó en la cancha. San Lorenzo salió a ganar, y Bolívar a… ¿no perder? No, a perder dignamente.
Mercier, Buffarini -fue amonestado y no podrá jugar la revancha- y otra vez Mas fueron los que liquidaron la historia. Un 5-0 que para ir reservando los pasajes para la final. Por eso Boedo es una fiesta. Se ilusiona porque motivos sobran. El sueño de la Libertadores está cada vez más cerca.
