Apabulló a Banfield y festejó la obtención de la Recopa en su casa con goleada. Fue 4-1 con goles de Driussi, Alario, D’Alessandro y Pity Martínez. Con una actuación así, ¿cómo no ilusionarse?
Fue una verdadera fiesta, de esas que sirven de celebración luego de un gran evento, como por ejemplo la conquista de una Recopa. River vivió una jornada de lujo en su casa, o a puro lujo, porque necesitó apenas comenzar el segundo tiempo para liquidar a un Banfield que no propuso nada. Fue 4-1 y tres puntos de oro en el debut en el torneo local.
Abrió la cuenta Driussi, en apenas cinco minutos de juego, y pintaba para goleada tempranera. Silva, habitual verdugo del Millonario, encendió la alarma con el 1-1 de cabeza, pero el complemento tuvo un solo equipo en cancha. De nuevo brillante Moreira en el lateral, firmeza absoluta en la dupla Mina-Maidana en el fondo, y espectacular actuación de los de arriba. Mojó Alario, aumentó un D´Alessandro que realizó un partidazo y cerró el Pity Martínez. Completito.
Lejos de caer en la relajación y en la excusa fácil después de sumar un trofeo más a la vitrina, los de Gallardo salieron a jugar como si fuera la final del mundo, con el objetivo de alcanzar la triple G. Y así fue, el equipo ganó, gustó y goleó, y eso es un mérito inmenso para una primera fecha. Así, imposible no ilusionarse.
