Riquelme: “Quizá pueda ser presidente, técnico no”

Ahora Román sólo se dedicará a “ser bostero”, irá al Boca-Vélez y, para más adelante, prefiere el sillón al banco. Riquelme va a ser presidente de Boca. La buena: Riquelme, ya al mando del club,…

lunes 26/01/2015 - 11:30
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Topo-Gigio-Macri-Anoche-AngeliciAhora Román sólo se dedicará a “ser bostero”, irá al Boca-Vélez y, para más adelante, prefiere el sillón al banco.

Riquelme va a ser presidente de Boca. La buena: Riquelme, ya al mando del club, nunca le cerraría las puertas a Riquelme. La mala: ya no habrá otro jugador como Riquelme.

“Quizá, quizá… Puede ser que el día de mañana me anime a ser presidente del club”, dijo el tipo, así nomás. Así nomás, porque cualquiera de las cosas que haga de ahora en más ya no lo llenarán, dice, como esa número cinco con la que solía bailar en la hierba, ese mambo number five que parecía interminable pero que se terminó. Porque si en algún momento se sintió vacío, la piba de cuero no tuvo nada que ver. Ahora el único vacío será el corte de carne que reposará en la parrillita de Don Torcuato, escuchando anécdotas geniales antes de ir a parar al estómago de turno. Vacío, asado, entraña, ya da lo mismo. Ahora el tipo se dedicará “a seguir siendo bostero”. Porque el tipo “nació” bostero, “es” bostero y “morirá” bostero.

Siempre fue hincha, pero ahora lo será a secas. Desde anoche. Y el hincha va a la cancha. No, no sólo le prometió a Agustín que lo llevará a ver un Real-Barsa: “Si Dios quiere, el miércoles vamos a ir con mi hijo al Boca-Vélez. Esperemos conseguir entradas”. Sí, el diez pasará a buscar a su pibe por Pinamar y se irá a Mardel a alentar como uno más, que no será uno más para las cámaras, para los hinchas, para Angelici. Angelici, que acaso ya tenga un nuevo competidor político. O lo tendrá cuando Jota Erre quiera: sabe, el tipo, que como “Boca es Riquelme y Riquelme es Boca”, será presidente cuando a él se le cante. ¿Y técnico? “No, no podría ser nunca, no entiendo a los jugadores de hoy, cambiaron muchas cosas”.

Lo que no cambiará es su amor por la número cinco y por la azul y amarilla.

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