Este viernes, el intendente Néstor Di Pierro, junto a miembros de su gabinete, formó parte del homenaje que se le rindió al padre Juan Corti. En la ocasión, el jefe comunal puso en valor la figura del reconocido sacerdote, al expresar que “fue el más grande hacedor y educador que tuvo Comodoro Rivadavia y toda la provincia de Chubut”.
A las 18:00 horas, en instalaciones de la Comisaría Segunda, comenzó el acto en el que la Policía del Chubut dejó inaugurado el busto que se erigió en honor al padre Corti, en reconocimiento a la figura y a las acciones que encabezó en toda la región.
En concordancia con el merecido homenaje, el intendente manifestó que “sin lugar a dudas, fue el más grande hacedor y educador que tuvo Comodoro Rivadavia y toda la provincia de Chubut y reconocerlo de esta manera, es empezar a tener memoria de los viejos pioneros que tuvo esta ciudad”.
En otro orden, comentó que “el padre Corti me enseñó a aguantar y a soportar los malos momentos, porque él también los pasó. Me enseñó a dar, a tender siempre una mano y a estar al lado de los que menos tienen” y en ese sentido, se refirió a la situación de emergencia que se vivió en 1998 tras la caída de la actividad petrolera, cuando, al mando de la cartera de Desarrollo Social, Di Pierro y el sacerdote tuvieron que abrir 25 comedores para recibir a los hijos de los trabajadores del petróleo.
Por último, Di Pierro hizo hincapié en el continuo desarrollo y crecimiento de esta localidad y las problemáticas que ello demanda, y en esa línea expresó que “Juan –por el padre Corti- siempre nos da fuerzas y por eso tenemos el compromiso de seguir con su obra, que implica formar a los jóvenes y orientarlos a caminar por la senda del bien”.
En tanto, el comisario General Rubén Alberto Cifuentes, en representación de la Policía, manifestó que “este reconocimiento sintetiza la obra del padre Juan Corti, que se dedicó a la educación de niños y jóvenes, que hoy, en sus roles de papás y mamás, seguramente guardarán sus mejores consejos y recuerdos. En la actualidad, sus escuelas son el fiel reflejo de lo que él añoraba, que era formar niños y jóvenes para el bien de su comunidad”, sostuvo.
Finalmente, valoró la actitud del sacerdote de convertirse en el primer capellán de Policía y señaló que “fue una persona que dio todo por esta sociedad y que, al igual que los comisarios de antes y de esta época, se mostraba preocupado por las problemáticas que se iban presentando a medida de que crecía esta ciudad”.
Cabe destacar que, el padre Juan Corti se desempeñó como capellán en 1963 y fue reconocido formalmente en 1966. En ese entonces, además de trabajar en la ayuda espiritual del policía, acompañó a aquellos que cometían delitos de diversa índole.
