El maestro del 3° grado “naranja” de la institución escolar que funciona en el barrio Pueyrredón, Luis Cárdenas, acababa de ser ascendido a vicedirector. A partir de las denuncias, Supervisión de Escuelas y la dirección del establecimiento lo apartaron de sus funciones. Una madre dice que a su hija la trataba de “gorda chanchona”; la hacía pelear con otra nena y las grababa.
Un docente de 56 años que daba clases en el tercer grado “naranja” de la Escuela 143 fue denunciado ayer por un grupo de padres en el Ministerio Público Fiscal, que abrió una investigación por “presunta corrupción de menores”, consigna hoy el diario Patagónico.
La situación, según contó una madre, se habría dado a conocer primero por otra maestra de la escuela que denunció lo que ocurría ante la directora, Ana María Gallegos. La máxima responsable de la institución avisó a Supervisión de Escuelas e inmediatamente separaron del cargo al maestro que recién había asumido por orden de mérito en la Vicedirección. Además de su separación temporal, se efectuó una reunión de padres para poner en conocimiento lo que estaba ocurriendo con Luis Cárdenas.
“Se desahogaron”
Algunas madres dicen que se enteraron por los chicos y no por la institución. Lo cierto es que ayer padres de los grados tercero y segundo estaban muy preocupados por la situación. Todos referían diferentes situaciones que los chicos habían contado a mediados de semana cuando ya el maestro había sido apartado. “Se desahogaron”, manifestó Olga, madre de una de las alumnas. Ella dice que lo idolatraba al maestro de la niña y que incluso hasta pensó en ir a defenderlo ante Supervisión, pero cuando se enteró lo que pasaba por propia boca de su hija y lo que le hacía a la niña, su estado de ánimo cambió radicalmente.
“A mi hija le decía ‘gorda chanchona’, la hacía pelear con otra nena y las filmaba. A otro chico le pegaba con el cuaderno en la cabeza; a las nenas les tiraba el pelo; a otro chico le agarraba el cuello. Le ponía apodos a varios chicos; con las gordas es como que tenía un problema. Yo le daba cuatro horas mi hija a este tipo y no se sabe qué le hacía y ella no contaba nada. Les hacía comprar cosas en la cantina con la plata de los chicos”, denunció ayer Olga ante Diario Patagónico en las puertas de la escuela.
“Mamá, vi una revista con pitos”, dice Olga que le contó la niña de 9 años. “¿Cómo que viste una revista con pitos? ¿Y no le dijiste al profesor?”, le preguntó su madre. “Sí, pero dijo ‘al que le toca, le toca’ y ninguno de mis compañeros me quiso cambiar la revista”, contó que le contestó la nena.
Después Olga se enteró de que en un armario habría escondidas revistas pornográficas. “Ahora estoy esperando que se terminen de confeccionar las actas de cada uno de los padres de los chicos. Nos iban a citar a declarar a cada papá. Supuestamente a este señor Luis Cárdenas no lo encuentran por ningún lado; o sea que culpa tiene porque si no hacés nada, no te escapas”, expresó Olga.
“Estuvo con mi hija a solas en el aula para regalarle una caja de bombones y a los chicos los hizo salir al recreo. En el aula le dijo que guardara los alfajores para que los otros no se pongan celosos. Ahora yo pienso con todo esto que se escucha, ¿con qué mentalidad lo hizo? O bien le regalaba alfajores para que mi hija no contara nada y se quedara callada, o la estaba endulzando para otra cosa. Yo como madre no voy a esperar a la Fiscalía. No voy a esperar nada. Si mi hija el mes que viene, o el otro, me dice ‘me pasó tal y tal cosa’, yo me convierto en una asesina”, señaló la angustiada madre.
“Los amenazaba”
Carolina, también madre de una niña de ese grado, relató: “mi nena me dijo que los amenazaba; por eso no contaba nada: que los iba a mandar a dirección, que estaban amenazados todo el tiempo. En este momento quiero que nunca más ejerza su profesión porque el maltrato psicológico que ellos sufrieron jamás se lo van a borrar de la cabeza”.
Adriana, otra madre, le contó a este diario: “mi nena me comentó que a una nena la agarró del brazo, se lo torció y la tiró al piso. Y en ese momento dijo que le tiró gaseosa, que por ahí era jugo. Después me comentó que varias veces sacó a un nene con la excusa de que lo acompañara al auto a buscar unas cosas; que tardaban mucho rato y lo sacaba por la escuela secundaria, por atrás, que queda a dos metros de la sala”.
El maestro ya habría tenido problemas de similar índole en la Escuela 197 del barrio Divina Providencia y habría pedido el traslado a la 143. Incluso solía ingresar a este establecimiento a través del edificio que comparte con la escuela secundaria 798, donde desde ayer también tiene “restricción de ingreso”.
Incluso algunos padres se acordaban de que cuando eran estudiantes solía “zamarrearlos” en el Colegio Juan XXIII hace algunos años.
Desde el Ministerio Público Fiscal informaron que al grupo de padres les recibieron las denuncias los funcionarios Andrea Rubio y Ricardo Carreño y que la investigación estará a cargo del fiscal jefe Marcelo Crettón por “presunta corrupción de menores”.
