El titular del gremio petrolero, Guillermo Pereyra, participó ayer de una reunión en Buenos Aires con representantes de las empresas de servicios que recortaron parte del salario de sus trabajadores, pero no hubo acercamiento, por lo que el gremio decidió mantener medidas de fuerza, que consisten en que los operarios no suban a trabajar a los yacimientos y se mantengan en las bases. Ayer se supo que la adhesión al paro fue dispar, aunque el escenario continúa siendo complicado.
El gremio presentó un recurso para que el Ministerio de Trabajo de la Nación retrotraiga la medida que implementaron cuatro firmas (Schlumberger, Baker, Halliburton y Weatherford) para así poder acatar la conciliación obligatoria.
“Estamos buscando llegar a un acuerdo, hay cuatro empresas en conflicto con reducciones salariales y de personal, han pagado mal los sueldos. Ellos aducen baja en su facturación y no encontramos una solución al tema”, afirmó a La Mañana de Neuquén Ricardo Astrada, secretario adjunto del Sindicato.
Lo que las petroleras hicieron es aplicar rebajas en el orden de un 30 por ciento en las denominadas horas taxi, que es el tiempo en el que el personal está de servicio aunque, no obstante, no realice tareas específicas en los pozos de perforación.
La conciliación que había convocado el Ministerio de Trabajo de la Nación tenía fecha para el 4 de este mes en Buenos Aires.
El recorte en los sueldos afectó a unos 600 trabajadores. Todo esto en el marco de un semestre complejo para la industria hidrocarburífera, a partir de una crisis global que la afecta, fundamentalmente, por la baja del barril de petróleo.
