Con goles de Diego Tardelli, Maicosuel, Gómez Portillo, en contra, y Ayala, también contra su propia valla, el «Galo» superó 4-3 al «Granate». El propio Ayala, Silva y Acosta marcaron para los bonaerenses.
El panorama para Lanús comenzó de la peor manera. Con la presión de revertir la caída sufrida en el Néstor Díaz Pérez, los de Guillermo Barros Schelotto llegaron a Belo Horizonte con una misión que parecía imposible. Además, el penal que recibió el «Galo» a los 6 minutos de juego, hizo suponer una catástrofe para el representante argentino. Desde los 12 pasos, Diego Tardelli marcó el prematuro 1 a 0.
Sin embargo, la reacción del «Granate» no demoró en llegar, dado que 120 segundos después del golpe recibido, Diego González asistió a Víctor Ayala, para que éste fusile Víctor y establezca el 1 a 1. La rápida igualdad le devolvió la vida al conjunto del mellizo que crecía en el aspecto anímico y futbolístico.
Santiago Silva se encargó de efectivizar el buen momento de la visita. Luego de un grosero error del arquero, el potente delantero empleó toda su fuerza para librarse de las marcas y anotar el 2 a 1. La gesta comenzaba a percibirse en el país vecino.
Pero el circuito ofensivo del elenco de Levir Culpi volvió a lastimar a Agustín Marchesín. En una triangulación que se destacó por la participación de todos los hombres de ataque, Maicosuel marcó el 2 a 2, para volver a poner al dueño de casa nuevamente arriba en el global. De todos modos, el resultado se mantenía abierto porque todavía faltaba el complemento del entretenido espectáculo.
Con una demostración de sacrificio y perseverancia, Lanús consiguió el resultado deseado en una de las últimas jugadas de la noche. Un cabezazo de Silva y una rápida reacción de Lautaro Acosta llevaron a que el «Granate» se quede con la victoria en los 90 minutos. Sólo por su actitud, el «Granate» obligó a que el título se defina en el tiempo suplementario.
En la prórroga, el Atlético Mineiro se mostró mejor físicamente y el ingreso de Luan le dio mayor profundidad al local. Justamente, a través de una proyección del delantero, el «Galo» volvió a convertir. Si bien parecía una maniobra controlada por Marchesín, la presencia de Gustavo Gómez Portillo atentó contra la salida del arquero y, contra su propia meta, el defensor puso el 3 a 3. Con el marcador a su favor, los de Belo Horizonte comenzaron a manejar los tiempos del encuentro para concluir con la codiciada Recopa Sudamericana.
La desesperación por el tanto salvador y las desconcentraciones propias de la carga emotiva que representó el partido, llevaron a que Víctor Ayala le envíe un involuntario sombrero a su propio guardameta para sentenciar el destino argentino. En el Mineirao Brasil festejó el 4-3. Como en una especie de revancha por la goleada que había sufrido su seleccionado ante Alemania, los simpatizantes vieron a sus jugadores consagrarse en su propia casa.
