El Granate le ganó 2-0 a Santos Laguna en México y se metió por primera vez entre los ocho mejores de la Copa Libertadores. Blanco y Goltz, de penal, hicieron los goles para un global de 4-1. Ahora enfrentará al Bolívar. San Lorenzo superó 1-0 como local a Gremio y Vélez cayó por el mismo marcador en Paraguay ante Nacional y ambos esperan por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores.
Que en México nunca había ganado por la Copa, que enfrente tendría al tercer mejor equipo del torneo (según la tabla de los primeros), que el Santos Laguna estaba invicto en su casa con ocho goles a favor y uno en contra, que Lanús llegó sin ganar de visitante… ¡Qué nunca se metió entre los mejores ocho del contienente! Nada de eso importa. El Granate rompió pronósticos y estadísticas: superó ampliamente en el juego y en el global a los mexicanos y se clasificó a los cuartos de final de la Libertadores. En Torreón, los de Guillermo no se replegaron; atacaron, ganaron 2-0 y se llevaron un global de 4-1. Después de levantar la Sudamericana 2013, el Grana quiere más. Y en el horizonte aparece el Bolívar, jugando primero en La Fortaleza y definiendo en La Paz. Agarrate.
Si algunos, acá o allá, esperaban que el planteo de los mellizos Barros Schelotto sería aguantar el 2-1 de la ida, estaban muy equivocados. Lanús salió a jugar en campo rival y lastimó: Acosta por izquierda (picantísimo), Blanco en el centro y Benítez por la derecha; Ayala se sumó al trío de ataque, Velázquez fue y fue por su sector, Somoza se paró a ordenar y el Pulpito González probó de lejos. Así fue la ofensiva que lastimó al Santos. Y cuando había que defender, eran nueve jugadores, con enormes cierres de Goltz y el gran Marchesín cumpliendo como es costumbre (le sacó un cabezazo a Lacerda y le ahogó el gol a Orozco). A los 28′, el Laucha se juntó con Velázquez, que tiró el centro, Lacerda se mandó un blooper y Blanco, de media vuelta, la metió entre las piernas de Oswaldo Sánchez. Silencio en estadio Nueva Corona. El Santos apenas intentó algo más con Rentería y Quintero, pero nunca lastimó.
El final del primer tiempo fue con un penal no cobrado a Acosta y lo más importante del segundo fue con otra falta al ex Boca, pero sí pitada por el árbitro Ubríaco. Goltz no perdonó y fusiló para el 2-0. Lapidario. Para colmo, el local se quedó con diez por la roja a Rentería. El reloj pasó, pero nada cambiaría la historia. O sí, Lanús modificó un cuarto de su historia.
En la quinta participación en el torneo más importante de sudamérica, el Grana pudo meterse entre los ocho mejores. En 2008 y 2012 fue frenado en octavos (vs. Atlas y Vasco da Gama), en 2009 y 2010 se quedó en la fase de grupos, y en el 2014 vive. Ahora le tocará enfrentar al duro Bolívar, primero en Argentina -en principio en la semana del 7 de mayo- y luego en Bolivia -el 14-. Para cerrar, y redondear con otra sonrisa, existe un antecedente copero frente a los bolivianos: fue por la Conmebol 96, con global de 5-2, y posterior título de Lanús.
Triunfo azulgrana
Con un gran invento de Correa, le ganó 1-0 al duro Gremio y viaja a Porto Alegre con una buena ventaja, no sólo por el triunfo sino porque además mantuvo el arco en cero. Fiesta, otra vez, en el Gasómetro.
Y que no pare la fiesta. La Copa es para sufrir, generalmente para todos, nadie se salva. Y más para el Ciclón, que la tiene entre ceja y ceja desde hace tiempo. Ya atrás el sufrimiento para pasar de ronda, otra vez el Gasómetro estuvo en llamas en estos partidos que son mano a mano, jugados a mil, 180 minutos a todo trapo. Y hubo que transpirar, que alentar desde afuera, que meter adentro para doblegar al duro Gremio. Meter garra y meter la pelota, lo que hizo Correa en una jugada que no nació como chance de gol y que se transformó en el mágico 1-0 por el talento de la joyita: Angel reinventó una definición entre cuatro y andá a cantarle a Pelé. Y contra los de Porto Alegre, Alegre se fue San Lorenzo en la ida.
En Copa no te podés confiar y menos cuando hay que ir a definir a Brasil contra un rival rebelde, duro, sin tanta magia pero que va al frente. Lo importante es que San Lorenzo ganó y, de yapa, un dato no menor, mantuvo el arco en cero. Fue un partido áspero, que arrancó para gol rápido pero que se fue emparejando después del primer cuarto de hora y costó demasiado. Pocas chances de gol contra un Gremio que por momentos supo jugar a su ritmo y manejar la pelota, apenas un zapatazo de Matos y una de Cavallaro en el final. Fueron 90 minutos chivos, que se abrieron rápido en el segundo tiempo gracias al talento de Correa, que se inventó el gol que generó tranquilidad y seguridad.
A San Lorenzo le caía bien el 1-0 y mejor mantener el arco invicto, por eso con el 1-0 bajó el ritmo y el Gremio apretó. Y Bauza mostró que le cerraba con un cambio de esos polémicos, cuando salió Piatti para dejarle su lugar a Kannemann, manteniendo el sistema pero con nombres muy diferentes (Mas pasó como volante). Hubo nervios en un insólito tiro libre que fabricaron entre Buffarini y Torrico dentro del área, con la suerte de que Barcos la tiró por arriba. Y hubo alivio y fiesta en el final con esta victoria que no asegura nada, pero que es un pasito. Empatando o perdiendo por un gol en Porto Alegre si es que mete alguno, pasará a cuartos. Había que ganar y ganó.
Derrota velezana
Benítez apareció sobre el final y puso el 1-0 con el que Nacional le ganó a Vélez en Paraguay. Cuando mejor estaba el Fortín (tuvo tres situaciones claras), los paraguayos dieron el batacazo. Ahora está obligado a ganar en Liniers y tiene que tratar de que no le conviertan.
Vélez no pudo con Nacional de Paraguay. Cuando mejor estaba, cuando había logrado poner presencia ofensiva en el área de Don, apareció Benítez por el segundo palo para poner 1-0 a los paraguayos y derrumbar la ilusión del Fortín de volverse, al menos, con el empate.
De entrada ya sorprendió la ausencia de Mauro Zárate en el banco de suplentes. Pero su nivel tampoco era para que fuera indiscutido. El Turu Flores apostó a Correa y Pratto. Nada cambió en el inicio. Porque Vélez manejaba la pelota en el medio, con Romero, Canteros y Cabral, pero sin peso ofensivo. Lo contrario a Nacional, que sin tener la tenencia del balón se creó tres situaciones para abrir el marcador: Melgarejo quedó mano a mano con Sosa y el uruguayo le tapó el remate, Orué desbordó y otra vez el arquero ganó el duelo y un remate en el área pasó cerca. Poco y mucho a la vez lo de los paraguayos. Poco y nada lo de Vélez en la primera mitad.
Cambió en la segunda parte, porque Vélez, además de mandar con la posesión, era el que tenía las situaciones de gol: Correa falló en dos definiciones y en la que tuvo Tito Canteros la pelota se fue paralela a la línea de cal. El Tutu se la jugó con Nanni y después puso al juvenil Villalba (delantero de 19 años) para intentar no volverse con el empate. ¿Zárate? Miraba desde afuera. Pero no pudo. Y tampoco pudo aguantar su arco en cero, porque Benítez, en una de las últimas, surgió por la espalda de Cubero y aunque Sosa intentó despejar la bocha no llegó a tiempo.
Vélez se vuelve de Paraguay con una derrota (mínima) y tiene todo para revertirlo en el Amalfitani (el martes). Está obligado a ganar. Y si no le convierten, mejor.
