Independiente no para de sufrir

El diagnóstico de De Felippe se profundizó en Misiones: El Rojo fue impotente y mereció la derrota ante el Colectivero. Con el 3-1 de anoche, Crucero del Norte lo mandó al quinto puesto de la…

martes 22/04/2014 - 8:00
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El diagnóstico de De Felippe se profundizó en Misiones: El Rojo fue impotente y mereció la derrota ante el Colectivero. Con el 3-1 de anoche, Crucero del Norte lo mandó al quinto puesto de la B Nacional y los misioneros alcanzaron a Instituto en el tercer lugar.

El rosario de excusas podría pasar desde el pasto alto hasta por algunos foules obviados por Rapallini en el primer tiempo. La realidad es que Crucero del Norte fue el equipo más inteligente y de mayor sentido colectivo y que mereció vencer a un Independiente que, una vez más, demostró falta de capacidad de reacción ante la adversidad. En el segundo tiempo los nervios se apoderaron de los jugadores del Rojo, que casi no creó situaciones de riesgo sobre el arco de Caffa.

Iban dos minutos. ¡Si, dos minutos! Muy mala fue la respuesta de la defensa de Independiente que durmió tras un corner y Crucero se puso en ventaja por un frentazo de Calgaro. Había que remar de atrás en un terreno amplio, en el cual el desgaste se hizo sentir rápidamente. Hubo situaciones patéticas como un resbalón de Mancuello cuando la tenía clara para rematar al arco. Igual, empató Montenegro con un preciso tiro libre.

Aunque esa igualdad no pudo sostenerse porque Villalba perdió ingenuamente una pelota y Crucero elaboró ejecutó muy bien el contraataque, que culminó Alvarez en el área chica. Entonces, Independiente mostró su peor versión: Zapata dio pases a los rivales, Vidal no impuso su presencia, Vallés dudó cada vez que debía mandar un centro, Penco rebotó la mayoría de las pelotas y la defensa de los jovenes Ojeda y Cáceres (sumó su quinta amarilla y faltará ante Sportivo Belgrano) no dio ningún tipo de garantías.

El 3 a 1, también culminado por Alvarez, también se veía venir. Los ingresos de Pisano, Menéndez e Insúa no le dieron más profundidad al Rojo. Incluso, el Pocho resbaló en un ataque.

La realidad muestra a un Rojo que profundizó su crisis. De Felippe había advertido que algunas individualidades habían bajado su nivel. También, había sido muy gráfico para definir la situación del equipo. «Esto es un quilombo», admitió tras el empate ante Almirante Brown.

El quilombo continúa.

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