Ganancias: El sindicalismo analiza invitar a Massa para discutir

Los cinco titulares de las centrales deberán definir si asisten este martes al Congreso a debatir el tributo. El líder del Frente Renovador quiere la coautoría de un proyecto como «respuesta política» al Gobierno La…

viernes 25/07/2014 - 10:00
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Los cinco titulares de las centrales deberán definir si asisten este martes al Congreso a debatir el tributo. El líder del Frente Renovador quiere la coautoría de un proyecto como «respuesta política» al Gobierno

La invitación del hombre que lidera las encuestas ya está hecha. Se ocupó él personalmente de los llamados telefónicos. Y a cada uno les dijo lo mismo: que los esperaba el martes a las 11 en el edificio anexo del Congreso para consensuar una iniciativa que logre convertir en historia el esquema impositivo vigente para los salarios.

Los jefes de las cinco centrales sindicales todavía tienen unos cuantos días para pensárselo bien; si aceptar o no el convite al debate que les hizo Sergio Massa, líder del Frente Renovador, hoy en los papeles el mejor plantado para las presidenciales de 2015. Como sea, a priori, parece bien complicado que pueda juntar las cabezas a todos.

Los espadachines del ex intendente de Tigre aclaran que a éste no lo persigue un afán oportunista, en tren de llevar agua para su molino. Sino el propósito, dicen, de elaborar en coautoría con el sindicalismo una «respuesta política» al argumento del Gobierno (verbalizado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich), de caracterizar de «político» el planteo que la CGT llevó a la Casa Rosada para actualizar los valores del tributo que pagan los salarios mayores de 15 mil pesos, desde agosto del año pasado.

«A Capitanich habría que recordarle que también es política la decisión del Gobierno de sacarle plata de sus sueldos a los trabajadores», manifestó a Infobae, el diputado massista y titular del gremio de la Sanidad Héctor Daer, a quien sus cuentas le indican que el 55 por ciento de la recaudación de Ganancias remite directamente al aporte de los salarios inscriptos en la llamada cuarta categoría.

Todos le dijeron muy cortésmente que agradecían y evaluarían con sus respectivos «cuerpos orgánicos» (una entelequia de la que el sindicalismo se vale para evitar respuestas categóricas) la convocatoria personalizada de Massa. Pero cada caso tiene sus particularidades.

Posturas

Demasiado elevado es el grado de compromiso del metalúrgico Antonio Caló con el kirchnerismo para imaginarlo hoy en una foto con Massa. Mucho menos cuando viene de prometerle a la administración cristinista algo de tiempo para una eventual definición oficial sobre el mínimo no imponible de Ganancias. Tampoco parece factible que mande ninguna representación de esa central.

En una situación similar a la de Caló está el docente Hugo Yasky: el jefe de la CTA versión K es un acérrimo defensor de la Presidenta. Otro aliado que está irritado con la parsimonia del Gobierno para ensayar alguna alquimia que haga más ecuánime el régimen impositivo.

Tampoco podría decirse que Hugo Moyano y Luis Barrionuevo van a presentarse el martes lo más campantes al Congreso, en pleno receso. Quizás sea éste el momento que soñaban para devolverle gentilezas al hombre excluyente del Frente Renovador. No olvidan que Massa los dejó de a pie en enero, en Mar del Plata, pegando el faltazo al plenario inaugural del bloque sindical opositor. Pero nunca se sabe: las ofensas en política duran lo mismo que la lumbre de una vela.

«Hablé con Massa, sí, y le dije que la CTA evaluaría si voy yo o alguna comitiva de nuestro sector… Pero sería bueno que también se plieguen las fuerzas políticas de la oposición», anticipó a este medio el líder de la central alternativa antiK, Pablo Micheli, que se verá este fin de semana con Moyano durante un asado organizado por la seccional Córdoba de Luz y Fuerza. Doble contra sencillo que allí analizarán la invitación de Massa, además de coordinar detalles del paro previsto para el mes que viene, aún sin fecha fija.

Quiénes pueden acompañar

Asistencia asegurada para Massa sólo le garantizan los sindicalistas que por su cuenta y riesgo apuestan a su carrera presidencial: el mencionado Daer y el petrolero Alberto Roberti, de la CGT oficial; el barrionuevista Carlos Acuña (estaciones de servicio) y el moyanista Alberto Murúa (plásticos), entre otros; como Agustín Amicone, del calzado.

También podrían cantar presente el colectivero Roberto Fernández y el líder de los conductores de locomotoras (La Fraternidad), Omar Maturano, dos díscolos de la CGT oficial que paradójicamente nunca se fueron de la central de Caló, aunque fueron actores clave del paro de abril. Y que hoy por hoy levantan la bandera ya no de uno sino de dos paros generales, para septiembre y octubre. Ambos coquetean con el massismo.

Habrá que ver cuál rumbo toma Facundo Moyano, de trabajadores de peajes. Se abrazó con fuerza a la figura de Massa en cuanto éste blanqueó su intención de jugar en las grandes ligas. Pero aquel fervor inicial se fue deshilachando hasta quedar en una nebulosa.

Massa bien lo sabe y por eso le tendió un puente a través de los medios: «Debatamos y saquemos el mejor proyecto. No nos limitemos a que tenga la autoría de Fulano o de Mengano. Podemos incluir lo que planteó Claudio Lozano y lo que propuso Facundo Moyano sobre el tema alquileres», dijo el de Tigre.

Otra incógnita sin develar es la dirección que pueda tomar Caló, cansado de acumular fracasos y de poner el cuerpo a las continuas guitarreadas del Gobierno para llevar a paso de tortuga una modificación de Ganancias.

«Está molesto, indeciso, unos días mejor, otros peor», dicen hombres de su gremio, la UOM, desprovistos de un manual de instrucciones para detener la oleada de despidos y suspensiones en el sector metalmecánico; especialmente en las grandes automotrices y fábricas autopartistas.

Los pesimistas

«La burocracia sindical todavía no se percató que este año el sistema bancario cerró 310 mil cuentas sueldos», aguijonea desde la izquierda más dura el sindicalista Néstor Pitrola, uno de los principales referentes de la Coordinadora Sindical Clasista, del Partido Obrero. Vaticina nubes negras si la Argentina entra en default: «Se agudizará la recesión y habrá nuevas devaluaciones», sostiene.

El que no espera más es Juan Carlos Schmid, secretario adjunto de la Federación Marítima Portuaria. Anunció para el martes una «jornada de protesta y movilización hacia CGT» de las actividades portuarias, marítimas y talleres navales por la «poda» que están sufriendo los salarios del sector por culpa del «impuesto al trabajo».

El que sigue firme en sus trece en defensa del Gobierno es el estatal (UPCN), Andrés Rodríguez. Todavía cree «posible» que en lo inmediato el cristinismo desgravaría al menos los aguinaldos y otros adicionales de los sueldos afectados por Ganancias. Eso salvaría una alianza que hoy pende de un hilo. «Pero no vamos a hacer nada que suponga un palo en la rueda hasta tanto no se defina la discusión por los fondos buitres».

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