Fue en un tiroteo en el San Cayetano. Marcos Antonio Paredes, alias “el Gordo”, se convirtió en la noche del viernes en la undécima víctima de homicidio en lo que va del año.
Fue alcanzado por una bala que le dio en el pecho mientras se encontraba reunido con un grupo de jóvenes refaccionando su casa en la calle 649 del barrio San Cayetano. El lugar del homicidio fue el mismo en el que el jueves pasado Ricardo “Chunay” Tardón fue baleado en la espalda mientras conducía un vehículo, informó hoy el diario Patagónico.
Un nuevo tiroteo en la calle 649 del barrio San Cayetano se cobró una vida. Ocurrió en la noche del Viernes Santo. El joven alcanzado por una bala en el pecho fue identificado como Marcos Antonio Paredes de 23 años, alias “el Gordo”, padre de tres hijos que residía en el sector. Se trata de la undécima víctima de homicidio en lo que va del año.
Según las fuentes policiales consultadas por ese matutino, Paredes fue alcanzado irrumpiera en la calle 649 y arremetiera contra la vivienda que refaccionaba un grupo de jóvenes junto a la víctima.
Según fuentes policiales, “el Gordo” se juntaba con jóvenes del barrio, algunos de ellos con antecedentes por distintos delitos.
Lo que se supo es que el vehículo llegó al lugar y efectuó varios disparos. Uno de ellos le pegó en el pecho a Paredes que debió ser asistido por sus allegados y trasladado de manera particular hasta el Hospital Regional.
La Policía tomó conocimiento del homicidio cuando Paredes, pese a los esfuerzos por salvarle la vida, dejó de existir en el nosocomio.
De ese modo, personal policial de la Seccional Sexta se dirigió al Hospital y realizó entrevistas a los amigos y familiares de la víctima. Según las fuentes, los testigos sólo señalaron que desde un vehículo negro se arremetió a balazos contra la casa ubicada en la calle 649, entre pasaje 703 y Pieragnolli. Este diario se reserva mayores datos del vehículo y otras pistas para no entorpecer la investigación.
Hasta el lugar también llegó personal de la Policía Científica y la Brigada de Investigaciones en procura de recolectar mayores indicios.
El grupo de jóvenes, entre los que se encontraban “el Gordo”, un hermano y otros conocidos, pintaba y hacía refacciones de albañilería en el domicilio ubicado en la extensión del barrio San Cayetano.
Un herido el día anterior
El día anterior, el jueves al mediodía en ese mismo lugar, alguien tiroteó un Volkswagen Gol que conducía Ricardo Daniel Tardón, alias “Chunay” que había llegado hasta el lugar acompañado de otra persona. Uno de los disparos ingresó por uno de los faros traseros del vehículo y, de acuerdo a lo establecido por la Policía Científica, el plomo traspasó dos butacas y dio en la espalda de Tardón.
El herido ingresó al Hospital y allí la Policía levantó testimonios. El agresor habría sido identificado como Misael Henríquez –un joven con antecedentes por homicidio–, que según las versiones aportadas a la Policía salió de ese domicilio que el viernes fue tiroteado y en el que encontró la muerte Paredes. Henríquez ya había sido detenido el sábado 12 de abril, acusado de balear a C.V, un adolescente de 16 años en las piernas en Timoteo Ortego y Cafrune.
Tardón incluso sería amigo de C.V y de Víctor Díaz -allegado al adolescente- otro joven que fue herido a balazos el lunes pasado a la noche, luego de que el sospechoso recuperara la libertad .
Los investigadores tratan de dar con el homicida de Paredes y por el momento priman dos hipótesis. Ambas hablan de “un ajuste de cuentas”. La primera apunta a que el tiroteo a la casa de Paredes podría ser una represalia por los tres heridos de un bando. Y la otra, a que habría sido víctima por una actividad ilegal.
