Son trabajadores de una red comodorense de locales, propiedad de Adriana Viegas De Sousa. El día 14 de este mes, después del feriado, largo fueron a trabajar como siempre y se encontraron en la puerta con un cartel que decía ‘cierre definitivo’.
Pablo Stoyanoff, uno de los empleados damnificados por la turbia situación laboral, comentó hoy que esto sucedió en la sucursal donde él estaba trabajando de Farmacia Mendel sobre calle Ameghino, pero también pasó en las otras dos farmacias de la misma dueña: Galénica I en avenida Kennedy y Galénica II de avenida Rivadavia.
“En las tres estaba el mismo cartel de cierre definitivo y hemos quedado diez empleados en la calle. Nadie nos avisó nada, nos enteramos al concurrir a trabajar. Ese día, como uno nunca le pasó fuimos a averiguar qué teníamos que hacer, fuimos a un abogado y nos encontramos en la Secretaría de Trabajo y teníamos que enviar un telegrama para ver qué pasaba”, explicó.
En diálogo con FM La Petrolera 89.3 MHz, Stoyanoff dijo que cuando fueron al Correo para ese trámite, se encontraron nos encontramos con la dueña, que estaba justamente enviándoles el telegrama de despido, recién en ese momento. “Ella lo único que nos decía era que no se podía más, que tiene deudas por todos lados y esa era la solución. Nuestra idea era arreglar y seguir trabajando, la actitud de ella de cerrar y dejarnos en la calle no es la de una buena persona”, enfatizó.
“Yo tengo 17 años trabajando ahí y mi encargado, Carlos Haro, 30 años. Las otras dos chicas diez años cada una. En la otra sucursal hay uno de 35 y otro de 25. Hay una predisposición de parte de los empleados más antiguos de llegar a un acuerdo, porque con la propietaria, por la antigüedad de muchos que habíamos ahí, esto llevaba a tener un mejor diálogo del que se dio”.
Contó además que han quedado medicamentos adentro de los locales. “Nos han llamado clientes que nos conocen para ver qué iban a hacer con los que habían encargado y cómo los podían retirar. Les pedimos disculpas desde la parte humana. Podría haber avisado que en un tiempo cerraba la farmacia tanto a los clientes como a los empleados”, lamentó Stoyanoff.
Hoy, era la audiencia de partes a las diez de la mañana en la delegación comodorense de la Secretaría de Trabajo de la provincia del Chubut, “pero no se presentó ni la señora ni su abogado, o sea que la predisposición siempre es mala”, dijo Pablo, quien agregó que ellos fueron con su abogado. En la autoridad laboral no tienen noticias de Viegas De Sousa y para el viernes se la va a citar con otra medida más urgente, intimándola a que se presente para ver qué argumenta, porque los empleados quieren una respuesta.
“Queremos la mejor solución, uno busca lo mejor, que siga trabajando la farmacia. Acá hay empleados con dos o tres hijos. La actitud estuvo mala de entrada. Los empleados queremos seguir trabajando, nada más”, cerró el preocupado hombre.
