Tecpetrol al descubierto

La operadora, brazo petrolero del Grupo Techint, es cuestionada por varias razones, quedó en el centro de la escena luego del trágico incidente del jueves en El Tordillo. El mismo se sumó a los problemas…

domingo 30/08/2015 - 11:00
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La operadora, brazo petrolero del Grupo Techint, es cuestionada por varias razones, quedó en el centro de la escena luego del trágico incidente del jueves en El Tordillo. El mismo se sumó a los problemas de baja de equipos, desinversión y caída de la producción.

tecpetrol 2Tecpetrol en Chubut opera el yacimiento El Tordillo, su activo más importante en el país. Allí tiene dos equipos de perforación y toda la actividad le permite producir cerca de 2.500 metros cúbicos diarios de petróleo. Esas cifras posicionan a la compañía como el tercer mayor productor de la provincia, aunque el año pasado extrajo 896.000 metros cúbicos de crudo, un 4,4% menos que en 2013, según datos de la Secretaría de Energía, en una caída de la producción que sostiene cuesta abajo desde hace cinco años.

Para este 2015 había comprometido una inversión de 103,82 millones de dólares según los planes que presentó ante el Ministerio de Hidrocarburos con la apertura de un año que ya se presentaba complicado para una industria que debe recibir incentivos nacionales y provinciales con el objetivo de sostener la actividad en los mismos niveles de 2014, releva un informe publicado hoy por el diario El Patagónico.

Sin embargo llegó el mes de junio y con él las negociaciones en Capital Federal por la suma puente de los trabajadores petroleros. Con el telón de fondo de las paritarias, entonces, Tecpetrol comenzó a evaluar la baja de un equipo, lo que habilitó la acusación inmediata de que la compañía desinvierte en Chubut para llevar sus activos a Neuquén y sumarse al boom de Vaca Muerta y a los no convencionales.

En ese mismo mes de junio, la operadora acordó la compra de una parte de los activos de la canadiense Americas Petrogas en el país, por 63 millones de dólares, accediendo los derechos en cinco bloques de yacimientos para la explotación shale. Así, mientras la inversión en la cuenca neuquina representó de un plumazo la mitad de lo previsto en Chubut para todo el año, se hizo latente la amenaza de perder un equipo perforador en El Tordillo por seis meses y un equipo de pulling, con lo que los cuestionamientos a la compañía se centraron en que ese ‘ahorro’ por parte de Tecpetrol iría a Vaca Muerta. Esto generó un quiebre con el Sindicato Petrolero, que en una nueva versión de la recordada resolución 312 llegó a proponer que de bajar un equipo, mantuviera los puestos laborales con el 100% del sueldo.

No obstante el «amague», la operadora no tuvo más opción que dar marcha atrás, en función de las obligaciones legales contraídas con la renegociación de su contrato en 2013, mediante el que entre otras cosas debe sostener un plan de inversión pactado durante los primeros cinco años, y sostener los puestos de trabajo. Sin embargo, la letra legal dista bastante de la realidad de la empresa en Chubut, bajo el pretexto de no estar alcanzada por el acuerdo de precios a nivel nacional de U$S63 el barril, en función de que la producción de Tecpetrol es dirigida casi totalmente a exportación.

Cuesta abajo

Así, el riesgo empresario parece un término inadmisible para la rentable petrolera, que en un momento acarició la esperanza de que la Provincia gestionara el tratamiento de su producción en refinerías locales para acceder a una cotización más conveniente con el subsidio nacional, mientras su producción en la provincia declina de forma estrepitosa: bajó una tercera parte en los últimos cinco años.

Así lo demostró un informe de ex técnicos de la industria que se dio a conocer en junio último y que planteaba que a pesar de ser la operadora más hermética en información suministrada a la comunidad, de los datos que debe aportar a la Secretaría de Energía de la Nación surge que su actividad en los yacimientos concesionados en Chubut es declinante y poco aceptable.

En una serie histórica del período 2009-2014, la producción petrolera de Tecpetrol cayó un 33,1%. El 11 de setiembre del año pasado, el mismo matutino publicó un informe donde se describía la caída de la producción de Tecpetrol en 19 meses desde el momento de la firma del contrato de renovación de concesión de áreas en Chubut entre la compañía y la Provincia. En el período agosto 2013 -firma del contrato- a julio 2014, la producción de petróleo crudo se redujo 4,5%. El Tordillo vio reducido su volumen de producción un 3,6%. Puesto Quiroga bajó más de la mitad. Curiosamente La Tapera creció, aunque tiene un nivel de actividad más pequeño en el negocio completo en Chubut.

En contexto, de acuerdo a los datos de julio de este año El Tordillo produce 2.500 metros cúbicos por día de petróleo (15.700 barriles), Puesto Quiroga 15 metros cúbicos diarios (94 barriles) y La Tapera 35 metros cúbicos diarios (219 barriles).

En 2013, pocos días después de la firma del contrato de renegociación y extensión de las áreas con la compañía, un grupo de profesionales retirados de la industria realizó un informe sobre la situación de Tecpetrol donde alertaban que la curva de declinación se mantendría constante.

En cuanto a la situación anterior a agosto de 2013, el informe destacó que en el período 2003-2013 los equipos de perforación bajaron de cuatro a sólo uno. Con la firma del convenio, Tecpetrol se comprometió a incorporar uno más -que es el que amenazó con retirar por la crisis internacional del precio del crudo-.

“Está muy claro que a esta compañía ahogada en superficie de áreas maduras algunas, y otras sin investigación, sólo le interesó garantizar una tasa de ganancias adecuada a su concepción de unidad de negocios por cada uno de los pozos y/o equipos de perforación. En su lógica, es natural que sólo priorizó los pozos y equipos que satisfagan esa ecuación”, destaca el texto fechado en setiembre de 2013.

«En consecuencia, parece natural que la caída de los equipos de perforación y su correlación en servicios periféricos y mano de obra en los distintos renglones es una consecuencia directa de esa concepción y objetivos. Más aún: especulando con el término de contrato, dejó de invertir en mantenimiento de las instalaciones de superficie”, señala.

Justamente, la falta de mantenimiento de las instalaciones es uno de los puntos bajo la lupa hoy, luego del accidente del jueves en el que perdió la vida el soldador Cristian Gutiérrez (36), una tragedia en la que no solo se contempla la negligencia o error humano, sino que ventiló el testimonio de varios trabajadores que aseguran que no solo el brazo de rebalse que los trabajadores de Otero debían recambiar estaba totalmente podrido, sino que además la empresa no adquiere ductos nuevos y que los operarios deben hacerse de las partes buscando los reemplazos en un basural cercano.

Un panorama que por ahora quedará sumido en la duda, y que será trabajo de la fiscalía aclarar en el marco de la investigación iniciada para establecer responsabilidades en la tragedia.

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