Calvo: “Rada Tilly sufre la falta de planificación”

El candidato a concejal por el Frente Para la Victoria en Rada Tilly, Gonzalo Calvo se refirió al crecimiento desordenado, sin conducción ni planificación que vive dicha ciudad. En una entrevista para El Comodorense, criticó…

miércoles 30/09/2015 - 20:30
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El candidato a concejal por el Frente Para la Victoria en Rada Tilly, Gonzalo Calvo se refirió al crecimiento desordenado, sin conducción ni planificación que vive dicha ciudad. En una entrevista para El Comodorense, criticó la actual gestión de gobierno que conduce Luis Juncos.

Gonzalo Calvo para prensa 3Gonzalo cuál es el análisis que podes hacer sobre el crecimiento de Rada Tilly en los últimos años.
Las instituciones estatales tienen como misión conducir y realizar los destinos de toda comunidad a fin de promover el bienestar general de quienes la habitan. Cuando una sociedad experimenta procesos acelerados de crecimiento económico, y el estado no planifica ni acompaña con adecuada presencia y regulación, se produce un desequilibrio por ineficiencia de lo público, cuando no es generada por la desidia o ineptitud. Esto da lugar al desorden ocasionado por las consecuencias de la competencia por la legítima promoción del beneficio individual que, sin el control y contrapeso de quienes deben bregar por el bien público, da lugar a la ley de la selva.

¿Cómo se logra que una Ciudad se desarrolle con equidad?
Existen momentos de la historia en los cuales el desarrollo con equidad proviene de una adecuada planificación previa por parte de organismos estatales, en ocasiones contando con la colaboración de instituciones intermedias e incluso de particulares. En otros momentos, el crecimiento deviene como resultado de factores externos, y las instituciones públicas deben colocarse rápidamente a la altura de las circunstancias y reaccionar equilibrando los excesos de la “mano invisible” a fin de lograr que todos los sectores de la comunidad se beneficien con ese crecimiento.

Esto es lo que ocurrió en la Argentina a partir de 2003, donde el “viento de cola” de la devaluación y el alza del precio internacional de los commodities puede explicar los primeros años de crecimiento económico. En este escenario, la recuperación del mercado interno, del consumo masivo, la re-industrialización y la recuperación del Estado y de la obra pública sólo fueron posibles en base a un proyecto político que supo reaccionar aprovechando el factor externo, y de esta manera se pudo conducir a la sociedad hacia un esquema de desarrollo más justo y equitativo.

¿Y en Rada Tilly que fue lo que pasó?
No ocurrió ni ocurre lo mismo en Rada Tilly, donde podemos ver y comenzamos a sufrir efectos colaterales de la falta de gestión estratégica del municipio. Ni hablar de la planificación urbana. Las consecuencias del acelerado crecimiento económico se agravan cuando no está acompañado de la planificación estatal capaz de conducirlo en pos del bienestar de la comunidad. Es decir, la escasa presencia del Estado al momento de conducir y regular este proceso, dejando a la iniciativa de cada cual desprovista de una tutela que ordene sus acciones, termina potenciando problemáticas ya existentes y generando otras nuevas cuya resolución a medida que pasa el tiempo se torna cada vez más dificultosa.

Rada Tilly hoy sufre las consecuencias del crecimiento económico sin planificación ni regulación por parte del Estado, a saber:

-Colapso de los servicios públicos: cortes de agua, de corriente eléctrica, colapso de los desagües cloacales y de la planta de tratamiento de efluentes. Ya que fueron construidos pensando en una cantidad tres o cuatro veces menor de usuarios, y el crecimiento no fue acompañado de mejoras en la previsión y provisión de estos servicios.

-Problemáticas ambientales: derivadas del elevado crecimiento demográfico (aumento de la producción de residuos sólidos, por ejemplo), o del colapso de los servicios (roturas y derrames cloacales, vertido de efluentes a la laguna y posteriormente a la playa)…

-Procesos especulativos en torno al valor de la tierra por exceso de demanda, que llevan a la burbuja inmobiliaria dificultando el acceso a la vivienda, en especial para quienes son nacidos y/o criados en el lugar.

-Consecuente elevación del precio de los alquileres, que también repercute sobre los precios minoristas de bienes y servicios, al elevar los costos no sólo de la vivienda sino del comercio.

-Aumento en los índices delictivos y en los hechos de inseguridad y violencia, dificultad en la vigilancia urbana y en el control de acceso de personas foráneas, aparición de modalidades de delito desconocidas por carecer de la adecuada prevención y contención por parte del Estado municipal.

-Ciudad-dormitorio: durante gran parte del día permanece en buena medida deshabitada, falta de inserción y/o sentido de pertenencia hacia la comunidad de los sectores recién llegados; porque la ciudad no genera políticas tendientes a ello, y porque gran parte de su vida cotidiana transcurre fuera. Pérdida del sentido de identidad.

-Colapso de la infraestructura deportiva, de ocio y recreación.

-Aparición o aumento en las problemáticas sociales vinculadas con las adicciones, especialmente en la juventud.

-Vinculado a los dos puntos anteriores, aumenta la dificultad de los jóvenes para acceder al empleo en su propia localidad (cuya infraestructura y actividad económica no se condice con el crecimiento de la población). Falta también de alternativas capaces de contener a estos sectores (capacitación, empleo público, apoyo a instituciones deportivas, etc.). Parte de la juventud carece en consecuencia de un proyecto de vida.

-Falta de una planificación del desarrollo productivo acorde con el perfil de ciudad que se desea construir, que tampoco está definido ni se avizora este objetivo por parte del poder político.

-Falta de participación ciudadana en la toma de decisiones y de información respecto de las mismas.

En síntesis, el reconocimiento de la dimensión estructural de las falencias públicas en Rada Tilly nos debe permitir reflexionar como ciudadanos acerca de las reales necesidades que tenemos como ciudad. Más allá de la coyuntura. Evidentemente la mirada estratégica y de largo plazo es una ausencia, así como la gestión validada por resultados de anticipación y sin respuestas de emergencia. Rada Tilly se merece vivir mejor, y cada cuatro años tenemos la posibilidad de definir nuestro futuro.

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