Argentina y un debut soñado ante Puerto Rico: 98-75

La selección nacional de básquet tuvo un comienzo exitoso en el Mundial de España: aplastó a los boricuas para sumar su primer triunfo en Sevilla. Scola fue el máximo goleador con 20 puntos, brilló Nocioni…

sábado 30/08/2014 - 14:30
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La selección nacional de básquet tuvo un comienzo exitoso en el Mundial de España: aplastó a los boricuas para sumar su primer triunfo en Sevilla. Scola fue el máximo goleador con 20 puntos, brilló Nocioni con su energía y Safar aportó desde el banco. Mañana, con Croacia.

Ni el más optimista hubiera imaginado un debut así para la Argentina en el Mundial de España. Ni el mismísimo Luis Scola, uno de los pocos que había manifestado entusiasmo a pesar de la negativa preparación. Pero pasó. Una vez más, el equipo hizo el click tan famoso y redondeó una actuación brillante para aplastar a Puerto Rico por 98 a 75 y sumar su primer triunfo en Sevilla. Este domingo, desde las 8.30 chocará con Croacia, por la segunda fecha del Grupo B.

El equipo argentino arrancó decidido a revertir su imagen respecto del último amistoso preparatorio y con una buena combinación de energía y efectividad de Andrés Nocioni y Walter Herrmann sacó rápidas ventajas (diez puntos en el primer cuarto para Chapu, siete para el alero de Flamengo). Fue un lavado de cara necesario: los jugadores necesitaban un empujoncito para ganar confianza.

A partir de esa diferencia, el seleccionado intentó bajar el ritmo y administrar la energía. Pero no lo logró. Y la reacción de los boricuas llegó por decantación. José Juan Barea ingresó con puntos (diez al final del PT) y Renaldo Balkman comenzó  a influir en la pintura (ni rastros de su lesión). Parecía que se venía la noche. Hasta que entró Selem Safar y, con su absoluta desfachatez, rompió los esquemas.

El flamante escolta de Obras marcó 12 puntos en un ratito (4-6 de cancha) e impregnó de frescura la ofensiva argentina. Ni siquiera la tercera falta de Pablo Prigioni empañó el buen cierre al descanso (45-38). Porque para ese pasaje, los veteranos y los jóvenes del plantel ya había ganado en confianza. Al fin y al cabo, evidentemente, era lo que necesitaban: recuperar autoestima.

Las buenas sensaciones se concretaron en el inicio del tercer cuarto, acaso el mejor rato del equipo desde el comienzo de la preparación. Con defensa, variantes ofensivas, compromiso colectivo e ideas claras, sacó una máxima de 21 (46-67 a 1’32’’), que promediando el último chico se estiraría a 25 (75-52 a 7’10’’) y más tarde a 29 (55-84 a 5’20’’). Puerto Rico quedó ridiculizado. Al extremo tal que el DT Paco Olmos resignó a Balkman y ya no volvió a utilizarlo.

Sin exagerar: deben haber sido uno de los mejores momentos de este segundo ciclo de Lamas, al menos desde Londres 2012 para acá. Los últimos minutos estarían de más. O no tanto: le servirían a los muchos argentinos presentes en el estadio para cantar. Y desahogarse después de tanta ansiedad. Como para redondear un debut soñado.

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