Argentina sufrió para superar a Filipinas: 85 a 81

La selección nacional de básquet superó con enormes padecimientos a la combativa formación asiática y terminó festejando por escaso margen. De esta manera, sumó su segundo triunfo en el Grupo B. Mata fue decisivo con…

lunes 01/09/2014 - 14:15
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La selección nacional de básquet superó con enormes padecimientos a la combativa formación asiática y terminó festejando por escaso margen. De esta manera, sumó su segundo triunfo en el Grupo B. Mata fue decisivo con 17 puntos y nueve rebotes. Mañana tiene jornada de descanso.

Argentina sufrió de principio a fin. Pero se sacó de encima a un complicado rival como Filipinas, festejó por 85 a 81 y sumó su segundo triunfo en el Grupo B. De esta manera, puso un pie en los octavos de final. Gran partido de Marcos Mata (17 puntos y nueve rebotes) y del siempre rendidor Luis Scola (19 y siete). Este martes, por fin llegará la jornada de descanso. Y el miércoles, será el turno de chocar con la sorprendente Senegal.

No hay respiro. La Selección arrancó apagada y se entregó al anárquico ritmo de juego filipino. Eso complicó todo. Porque era justamente lo que no debía pasar: entrar en el vértigo del rival. Rápidamente, el equipo se encontró 12-2 abajo y sin argumentos defensivos. Los padecimientos se extendieron durante todo el primer tiempo. O al menos, hasta los últimos dos minutos. Porque no le llegaba la pelota a Scola, atrás no había ninguna respuesta y la dependencia excesiva por los tiros de tres puntos derivó en inmediata frustración. La reacción llegaría sobre el final del primer tiempo. Por la coherencia de Prigioni y la aparición de Scola. Eso ayudó a ordenar el ataque y a potenciar la defensa (buen ingreso de Laprovittola y Mata). Y también a que la desventaja, pasara a convertirse en ventaja: Argentina se fue al entretiempo cinco arriba (43-38).

Tras el descanso, se vio lo mejor del seleccionado. Concentrado atrás y efectivo adelante (mejor pasaje de Scola), sacó máxima de 15 (68-53 a falta de 1’27’’). Parecía historia decretada. Grave error. Los filipinos, al igual que en la jornada previa con Grecia, jamás se rindieron y metieron un tremendo parcial de 16-3 para ponerse a dos puntos con el desenlace abierto (71-69 a falta de 8’05’’ para el final). En ese tramo, el pequeño Alapag se adueñó del partido (terminó con 15 tantos) e impregnó de incertidumbre el cierre. Así fueron, palo y palo hasta los 43 segundos finales (83-81), con notables imprecisiones de ambos lados. Lamas no podía creer lo que veía. Pero tampoco podía hacer nada para contrarrestarlo: el plan de juego del rival lo había absorbido. Como sea, después de muchísimo sufrimiento, llegó la tapa salvadora de Mata a Jayson William cuando quedaban 12 segundos y el triunfo se terminó de encaminar. Andrés Nocioni lo cerró desde la línea. Fue 85 a 81.

Desde la organización confirmaron que no se responsabilizan por posibles infartos durante los partidos. Y nos parece una injusticia. Porque así, no se puede seguir.

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